Lo hizo de nuevo. El FC Barcelona estará en la final de la Champions. El cuarto en cinco años, que se dice rápido. El equipo azulgrana, muy superior en el juego, supo sufrir ante un Chelsea que controló mejor los tempos y consiguió sacar el resultado justo en Stamford Bridge. Hansen, tras el pase de Aitana, volvió a ser el héroe.
Giráldez salió con su XI de gala, a solo tres cambios de Londres. La primera, obligada, la de Torrejón por Lucy Bronze, recién operada de la rodilla. Y luego Mariona por Salma y Oshoala por Geyse. Hayes, por su parte, remontó con una defensa de cinco y dejó a James en el banquillo. Aunque en Stamford Bridge la entrada del joven futbolista le cambió la cara al Chelsea, el técnico londinense quiso apostar por el paquete para minimizar los ataques del Barça.
La intensidad de la ida se repitió en el Spotify Camp Nou, esta vez acompañada del calor de los 72.262 seguidores azulgrana desde la llegada del autobús hasta varios minutos después del pitido final.
choque de estilos
Ninguno de los dos equipos estaba contento con el resultado de Londres y lo dieron todo desde el primer segundo. El Chelsea no tenía nada que perder, aunque parecía que quería que pasaran los minutos, y se mostró firme en su idea: transiciones, tapones y balones largos a Sam Kerr y Guro Reiten, que quisieron justificarse tras el gol anulado en el fósforo. Y el Barça salió muy serio, jugando inteligentemente y, aunque no apretó como otras veces, ocupó bien los espacios para minimizar riesgos y provocar pérdidas.
Todas las -raras- ocasiones de la primera parte fueron de los culés, que también dominaron el juego y la posesión pero solo una vez lograron rematar entre los tres palos. Oshoala tuvo algunos buenos finales pero no pudo terminar. Hansen era un peligro por banda derecha, esta vez acompañada de Torrejón, e incluso vio cómo la colegiada Esther Staubli anulaba un gol porque interpretaba que iba acompañada de la mano en el tiro. Aitana, saliendo desde la segunda línea, fue de gran ayuda para el noruego y Rolfö, tras un susto en un cabezazo con Eriksson, se hizo dueño de la banda izquierda.
Los minutos pasaban y el resultado era cada vez más peligroso para el Barça, que necesitaba un gol para calmarse sabiendo que el Chelsea puede marcar con muy poco. Hayes, con el tablero todavía listo, aprovechó los «clásicos» tiempos muertos para agasajar a sus jugadores en el green. Y que pasen los minutos.
Locura
Hasta que llega el gol de la tranquilidad, más celebrado que nunca. Aprovechó una contra de Aitana para lanzarse hacia el pasillo central, pase a Hansen y la noruega, ayudada por Carter -que acababa de introducir el balón- marcó primero para ampliar la ventaja azulgrana en la general. El banquillo culé lo celebró con ímpetu, Alexia Putellas encima, y estalló la locura en el Camp Nou, que aplaudió al ritmo de ‘Un dia de partit’.
La euforia no duró mucho. En la siguiente acción, y tras una falta sobre Mariona en el área central que el árbitro desvió y una parada de Paños en el primer tiro, Reiten igualó el partido aprovechando el rechace. El Chelsea se siente cada vez más cómodo y Hayes saca toda su artillería para los últimos minutos.
Supo apoyar bien al Barça y no decayó. Incluso sucedió en los últimos minutos. Y aunque no logró anotar -Geyse estuvo cerca de anotar-, puede decir alto y claro que el primer lugar en la Gran Final de Eindhoven es suyo. Historia.
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