Sin decir nada para aclarar su futuro y su situación en el club, la rueda de prensa de Luis Miguel Ramis tuvo cierto sabor a despedida. «Cuando sea necesario, será». Sobre estas cinco palabras el técnico envió la pregunta sobre su renovación, que no se producirá. Las diferencias con el club parecen insalvables y solo queda definir cuándo optará el técnico por anunciar su marcha. No fue ayer, tras la victoria ante el Ibiza que casi certifica la permanencia. «Déjenme descansar y disfrutar de los cuatro goles», exigió el director del banquillo isleño, quien aclaró que «no es el día» para hablar de este tema.
“Cuando pase, lo sabréis”, respondió sobre un tema cuya posición hay que trasladar primero a los dirigentes tinerfeños y luego a la opinión pública. Ramis publicó este mensaje después de hablar sobre el partido, el más plácido de la temporada. “Entramos bien. Sabíamos que teníamos que enviar un mensaje potente desde el principio y lo desarrollamos bien”, subrayó el tarragonesa, que cree que el acierto en los primeros compases fue determinante para poder colocar un goleador tan cómodo. “Nuestro dominio es acompañado de goles que nos tranquilizaron durante todo el partido. Si pones en una balanza la eficacia que tuvimos y lo poco que nos generó el rival, el marcador fue claro”, argumentó.
Además, Ramis celebró la llegada de un gol en un juego de estrategia. Y aprovechó para compartir una anécdota del día anterior. «Es curioso. Ayer [por el sábado] decidimos terminar el entrenamiento antes porque no nos gustaba lo que hacíamos, así que los enviamos al vestuario [a los jugadores]. Bueno, justo al día siguiente marcamos de córner. El fútbol es genial y tiene estas cosas», sugirió.
Sobre la importancia de los puntos, Ramis aseguró que suponen «un avance importante porque el resultado se está dando a estas alturas de temporada y con muy pocas jornadas». No quiere hablar más del ascenso como objetivo, ya que reconoce que es casi imposible sumar todos los puntos que faltan, pero advierte que buscarán el 18. “Porque eso es lo que nos pregunta la gente”, calificó.
“Tenemos una gran responsabilidad y si hay 18 puntos en juego vamos a por los 18. Tenemos que ir, primero en Huesca el lunes y con tiempo suficiente para descansar y preparar el partido. No estamos pensando en llegar a una cifra concreta sino en sumar la mayor cantidad posible”, explicó. “Se trata de formular objetivos de manera continua; aquí siempre hay algo que hacer”, dijo también, para prometer de inmediato que “no se quedarán inmóviles” una vez que la salvación parezca ya adquirida.
La parte de su discurso que huele a despedida fue la última. “Desde el primer día que pisé el Heliodoro es especial para mí, tengo una conexión muy profunda con la isla y la afición. Estoy feliz y quiero corresponder este sentimiento que tengo. Tenerife es color, es alegría… y ojalá podamos brindar por la afición con más tardes como esta.” Puede que queden solo tres, y su ciclo parece cerrarse.
Alcaraz: «Jugamos sin alma»
Lucas Alcaraz, técnico de la UD Ibiza, parecía tirar definitivamente la toalla tras el contundente resultado recibido ayer en el Heliodoro, donde cree que su equipo jugó «desalmado» y lejos de los parámetros que le habían hecho soñar con la vuelta. . En este sentido, se disculpó por dos motivos: por la mala imagen que ofrece al Tenerife y también por haber hecho creer que la salvación aún era posible. «Lo dije porque lo decía en serio, se justificó. Según él, era fundamental que el equipo balear no se recuperara del primer golpe recibido». Desde el gol de Iván Romero, el Tenerife fue superior en todas las facetas del juego, individualmente. y colectivamente. Tengo que felicitarlos y pedir disculpas a nuestra afición. No hay mucho más análisis», dijo. «No hubo reacción y el Tenerife fue superior en los duelos, en el fútbol, en todo», resumió. Alcaraz: «El equipo no era el que era y la derrota es triste para cuando se produce. Recibimos muchos golpes y antes de hoy nos derrumbamos”, concluyó.
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