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Memoria histórica | Entidades conmemorativas denuncian ‘cierre’ en jurisdicciones

Una petición realizada el pasado otoño para declarar el Arco de la Victoria de Madrid, el monumento franquista que declara a la Ciudad Universitaria fruto de la munifitientia, sigue pendiente de respuesta por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Franco –“ab hispaniarum duce restaurata”-, como pueden leer quienes entran en la ciudad por la Moncloa.

La petición, impulsada por un abogado hijo del alcalde franquista que reformó Benidorm, está firmada por la Asociación para la Reconciliación y la Verdad Histórica, una de la multitud de plataformas que giran en torno a la Fundación Nacional Francisco Franco y que han surgido en Madrid del ya longevo movimiento ‘El Valle No Se Toca’, que en 2018 intentó frenar el plan del Gobierno para sacar a Franco de Cuelgamuros.

Nuevas investigaciones en busca de otros olvidados en la Memoria Histórica

En otra parte de la ciudad, en el cementerio de la Almudena, de nuevo el 14 de abril, los descendientes de las represalias de Franco tuvieron que colgar un lienzo con los 2.936 nombres de los allí fusilados. En tiempos de la alcaldesa de izquierda Manuela Carmena, estos nombres aparecían en losas de granito de un monumento, pero fueron ordenados de retirar, recién constituidos, por el ayuntamiento que hoy preside el alcalde popular José Luis Martínez-Almeida con el apoyo de Vox.

Las placas se guardan en un depósito de herramientas municipal. En su lugar, el consistorio ordenó la colocación de otra losa general, sin nombre y dedicada a «todos los madrileños que, entre 1936 y 1944, sufrieron violencia por motivos políticos, ideológicos o por sus convicciones religiosas». Es decir, un reflejo de la teoría que, en materia de Memoria, defiende el PP madrileño: si hay un homenaje, que sea para todos por igual y juntos.

“Así se amortaja y se encubre lo ocurrido y se establece la maldita equidistancia”, protesta Isidro Jara, sobrino de Valeriano Jara López, panadero republicano cuyo nombre se suprime, fusilado el 24 de junio de 1939. Isidro se indigna, recordando la última frase de la carta de la capilla que su tío dejó escrita la última mañana: «Están fusilando a un inocente».

inframundo

Esta petición de protección del Arco de la Victoria sigue sin respuesta por parte del gobierno de Isabel Díaz Ayuso en el mismo edificio de la Puerta del Sol que es su sede, y que fue sede de la Dirección General de Seguridad durante el franquismo. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) pidió esta semana la colocación de una placa, un cartel que diga «que este fue un centro ilegal de detención y tortura».

Y esto, solo una semana después de que unos cientos de falangistas, con los brazos en alto, se manifestaran frente a la puerta de la Sacramental de San Isidro, el cementerio donde fueron a parar los restos de José Antonio Primo de Rivera. Su última tumba lleva su nombre desde el viernes pasado, cuando un artesano vino a cincelarla en mármol. No han pasado 15 días y la ubicación ya aparece en Google Maps.

En un madrileño espigón de recuerdos, la petición de la ARMH de abanderar el edificio del reloj de la Puerta del Sol se siente como un pequeño acto de resistencia. Esto, público; hay otros más secretos: el ayuntamiento suprimió los nombres de las personas fusiladas en La Almudena, pero aún están en el monumento. Están en una unidad flash; y esto embutido en un tubo de acero; y esta empotrada en uno de los robles de bronce del decorado.

dos lineas

Mientras hace la maleta para acudir este fin de semana al homenaje a los cautivos españoles de Mauthausen, Emilio Silva, coordinador de la ARMH, evoca para este diario la contracultura derechista en clave de Memoria. Y no suscribe la hipótesis de una ofensiva: «No creo que a la derecha española le dé tanta vergüenza esta ley: no obliga a devolver lo confiscado por el franquismo, no enumera los verdugos ni señala al papel de la Iglesia en la represión».

Isidro Jara discrepa: “En los niveles más altos de la política pueden mostrarse indiferentes, pero en los niveles inferiores son muy beligerantes: véase la cantidad de monumentos de la memoria vandalizados.

Las fuentes consultadas describen dos actitudes de los gobiernos conservadores hacia el Informe. Hay confrontación, y está la línea de soltar, pero altísimas placas que unen a los dos bandos en el conflicto civil, o no pagar ni ocuparse de las exhumaciones de los fusilados. «La reunión de los muertos está totalmente ligada al espíritu del Valle de los Muertos, y he visto muchos obstáculos para no hacer nada en los ayuntamientos de derecha», dice el veterano coordinador histórico del Grupo de Recuperación de la Memoria. de la Comunidad Valenciana, Matías Alonso, que lo resume así: «Es política no hablar mal ni hacer el bien».

anterior Feijóo

De oposición, guerra cultural o contramemoria en Madrid, hay calma en Galicia. “Aquí no hay plan, ni previsto”, abrevia Carmen García Rodejo, portavoz de la ARMH de Galicia, desde Lugo.

En un territorio que alguna vez fue la retaguardia, este grupo investiga los cementerios, ya que no había frentes. Pero está buscando a falta de un mapa regional de las fosas, y sin un departamento de Memoria Democrática a dónde ir. «No hay proyecto, ni dirección general, ni inventario, ni plan de los monumentos… ni siquiera hay debate en el parlamento», lamenta esta profesora de secundaria jubilada, que se involucró en este programa de voluntariado cuando percibió el efecto del silencio, cómo “aún siendo profesor de historia, yo mismo tenía una terrible falta de conocimiento”.

En Galicia hay unas 500 tumbas sin descubrir y unas 5.000 desaparecidas, pero García Rodejo insiste en la cifra provisional «porque no hay censo ni forma de inventariarlas».

Tampoco hay presupuesto regional. Y este «no hay» es emblemático de la cadencia con la que la Xunta afrontaba la época de Alberto Núñez Feijóo, pero también la actual de Alfonso Rueda, a las demandas de las familias en busca de un familiar asesinado. reconocimiento, simbólico y parlamentario, a los gallegos deportados a Mauthausen.

Carmen García ve claramente la difusión, paralela a esta inacción, de una línea revisionista, de contracultura, en torno a «las dos patrañas principales sobre la Segunda República: que hubo mucha violencia, que fue una república violenta, y que, por tanto, , el golpe de Estado». «el estado del 36 era un mal necesario».

El pantano castellano

En las afueras de Salamanca, la Asociación Memoria Justicia busca los restos, entre otros asesinados, de Atilano Coco, el pastor protestante amigo de Unamuno y excarcelado el 9 de diciembre de 1936 sin saber nada más de él.

Quizás su cuerpo fue a parar a uno de los sacos que llenaban los jornaleros mientras araban los montes de la comarca del Gargabete, a cinco kilómetros de la localidad. “Nos dijeron que cuando hacían el trabajo aparecían huesos y, como no sabían qué hacer con ellos, los metían donde podían”, explica Luisa Vicente, presidenta de la entidad salmantina.

O podría ser que Atilano Coco fuera fusilado y enterrado junto a otros que corrieron la misma suerte en el monte de La Orbada, en la línea de Zamora, sobre el que vuelven a apuntar las pistas de la asociación. En cualquier caso, la investigación en los archivos y los robledales no contará con dinero de la Junta de Castilla y León.

Vicente confirma que en su comunidad, «bajo la influencia de Vox», el Gobierno popular de Alfonso Fernández Mañueco no apoya la Memoria Democrática. La actividad memorial autonómica atraviesa un estancamiento, mientras el PP estudia una «ley Concordia» que sustituya al vigente Decreto de la Memoria congelado. El nuevo texto no termina de redactarse, para gran disgusto de Vox que, en los medios de su órbita, se queja de que sus socios «dan vértigo a la perdiz».

“Aquí estamos acostumbrados a trabajar con nuestros medios o con ayudas del Estado”, explica Luisa Vicente. En su asociación, estos medios propios son muy poco, los 20 euros anuales que aportan 90 socios. Pero sucede que Salamanca es una excepción. “El Ayuntamiento está colaborando, y con mucho respeto y sensibilidad”, dice Vicente.

Salamanca, donde en plena matanza de 1936 Unamuno se enfureció y deprimió al comprobar su último error político, tiene hoy consistorio del PP. El primer acto en el que se vio al alcalde, Carlos Manuel García Carbayo, poco después de asumir el cargo fue un homenaje a los periodistas que sufrieron represalias. El último acto al que asistió el actual presidente Mañueco cuando era ex alcalde fue un recuerdo de los fusilados en el muro del cementerio.

hueso sin nombre

En el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Granada se acumulan más de 1.000 claves de muestras de ADN pendientes de comparación. Entre ellos, quizás la prueba de que cierto esqueleto es el de Blas Infante, padre del andaluz, o el de Horacio Hermoso, alcalde de Sevilla, así como las huellas genéticas de los 2.000 ejecutados que llenaron la fosa común de Pico Rejas, en el cementerio de Sevilla. .de San Fernando, un inmenso sepulcro que en un principio fue para los indigentes y que acabó llenando de fusilamientos al general Queipo de Llano.

Las claves genéticas, extraídas de piezas de fémur de 10 centímetros, se amontonan en un embudo presupuestario, fondos que no proceden de la Junta de Andalucía. Antonio Manuel Mateos, vicepresidente de la coordinadora andaluza de memoria histórica, lo califica de «espectacular quiebre» que «primero tuvo la influencia de Vox y ahora solo tiene la decisión del PP».

Este militante, bisnieto de un campesino de El Coronil fusilado en 1936 y de una viuda expropiada nueve años después, afirma que en Andalucía avanza la obra de la Memoria con fondos del Estado, «pero depende de la Junta la autorización de una intervención». Y cuando no es el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla el que frena una exhumación, «es un ayuntamiento del PP el que frena».

Se refiere, por ejemplo, a Córdoba, donde se retrasa una intervención en el pelotón de fusilamiento del Cementerio de la Salud sujeto a «recursos surrealistas».

Este es el resultado de la desaparición en toda Andalucía de las oficinas de Atención a las Víctimas de la Dictadura que existían en las delegaciones provinciales de la Junta, y la sustitución de la Dirección General de la Memoria por un Comisario de Concordia.

En Sevilla han pasado seis meses desde que Queipo fue exhumado de su tumba honorífica en la Basílica de La Macarena, pero fue a petición del Estado: mientras tanto, los carteles que la junta socialista ha colocado en escenarios de tragedias caen sin mantenimiento del franquismo, como el Canal de los Presos en el bajo Guadalquivir. Nuevas ubicaciones de los puntos de memoria “las anotamos en un papel -explica Antonio Manuel Mateos- pero no se encuentran en un inventario oficial de la Junta”.

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Aurora Picornell | Identifican los restos de Aurora Picornell, la ‘Pasionaria Majorquina’, en un sepulcro de la isla

«Aurora vuelve a casa». Se ha anunciado este jueves la identificación de los restos de la sindicalista y militante del Partido Comunista Aurora Picornell, conocida como La ‘Pasionaria mallorquina’, asesinada el 5 de enero de 1937, tras los hallazgos en las excavaciones del cementerio de Son Colete en Manacor.

Las pruebas de ADN han confirmado que Picornell era una de las cinco mujeres cuyos cuerpos fueron encontrados en la tumba número tres durante la segunda fase de las excavaciones realizadas en noviembre y diciembre del año pasado por la empresa Aranzadi en colaboración con Àtics. Desde el Govern balear informaron de que aún no han sido identificados los restos de las otras cuatro mujeres que aparecieron en la misma tumba, pero todo indica que podrían ser sus compañeras en la lucha antifascista: Belarmina González Rodríguez, Catalina Flaquer Pascual y sus hijas Antònia y Maria Pasqual, más conocidas como ‘Las Cinco del Molinar’.

«Hoy es un día histórico para Baleares», ha remarcado el vicepresidente del Gobierno Juan Pedro Yllanes, quien ha calificado la identificación de Aurora Picornell como «un éxito para toda la sociedad balear y el movimiento memorial sin excepción». «Estamos muy orgullosos de haberla encontrado. Sus verdugos quisieron hacerla desaparecer y borrarla de la historia pero no se salieron con la suya», condenó.

«Sus verdugos quisieron hacerla desaparecer y borrarla de la historia pero no lo lograron»

“La excavación de Son Coletes revolucionó el estudio de la represión franquista, con sorpresas como la recuperación de los restos de Pere Llull Fullana, alcalde de Algaida, que siempre había sido catalogado como un asesinato en Son Mas, y ahora este”, ha subrayado Jesús Jurado, secretario autonómico de Memoria Democrática. Y es que el hecho de que los restos de Aurora Picornell y los Rojas del Molinas aparecieran en Manacor y no en Porreres obliga a descartar la hipótesis de que fueron asesinados en la Cruz de Porreres como plantean los historiadores. Quien ha sido identificado como una de las víctimas asesinadas y enterradas en Porreres es el padre de Aurora Picornell, Gabriel Picornell Serra, cuyos restos se cree que fueron localizados en la fosa número 10 del cementerio de Porreres, exhumada en febrero de 2021.

Segunda fase en Son Coletes

A finales del año pasado, expertos de Aranzadi en colaboración con Àtics llevaron a cabo las excavaciones en Son Coletes. Localizaron siete fosas comunes con víctimas de la represión franquista, en las que se recuperaron 38 osamentas en posición primaria, además de fragmentos óseos con trauma perimortem correspondientes a otras 22 víctimas.

La arqueóloga forense de la Sociedad de Ciencias de Aranzadi y coordinadora de los trabajos de exhumación, Almudena García-Rubio, detalló que en la fosa número tres se identificaron tres grupos que corresponderían a distintas épocas de enterramiento. “Consistía en cinco esqueletos, tres de los cuales fueron recuperados en su totalidad y dos representados únicamente por sus miembros inferiores, ya que la fosa se vio afectada por la construcción de las criptas en la década de 1950. Uno de los esqueletos completos corresponde a Aurora Picornell. buen estado, se estimó sexo femenino, entre 23 y 35 años de edad, y una estatura aproximada de 151cm Presentaba buena salud bucal, con poco desgaste y sin caries ni pérdida de la vida trauma perimortem, se identificaron tres golpes en el cráneo , uno penetrando por el occipital, otro por la sien derecha y otro por la zona facial izquierda. A nivel del poscráneo también se identificaron lesiones perimortales por paso de proyectil de arma de fuego en la cuarta costilla derecha. y en el cúbito y radio izquierdos, a la altura de la muñeca. También presenta una fractura de posible origen contusivo en el peroné derecho”, reveló el experto .

Una pluma

Junto a los restos de la figura más emblemática de la escena política republicana en Baleares, han aparecido diversos objetos, principalmente prendas de vestir como un botón de nácar blanco, pero también una pluma estilográfica jaspeada hallada en el pecho derecho, y que se está restaurando en los laboratorios Àtics, en Mataró.

Cabe señalar que la restauración completa y consolidación de los objetos asociados a los cuerpos encontrados en los sepulcros es una iniciativa pionera del Govern Balear que se incluyó por primera vez en el tercer plan de los sepulcros.

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Cuando los niños valencianos se refugiaron de la guerra en Odessa

El domingo 21 de marzo de 1937 setenta y dos niños y niñas hacían cola en la playa de la Malva-rosa de Valencia. Estaban esperando el barco Cabo de Palos, como parte de una expedición que los llevaría a Yalta, luego a sanatorios en Odessa y Crimea, en la actual Ucrania, donde recibirían exámenes y tratamiento médico. Dos meses después, y ya con buena salud, serán enviados por la URSS a Moscú y alrededores, a los llamados «hogares de niños» para que puedan estudiar lejos de la guerra civil.

Han pasado casi exactamente 85 años desde este rescate y 40 años desde el hermanamiento de las ciudades de Valencia y Odessa. La razón no necesita ser explicada. Antes, los niños valencianos eran los que huían de la guerra. Hoy, son los niños ucranianos los que escuchan las bombas hendiendo el cielo de sus ciudades. La madrugada del jueves, Rusia bombardeó las ciudades más importantes de Ucrania de este a oeste. Curiosamente, estos niños valencianos fueron evacuados porque aviones italianos (fascistas) y alemanes (nazis) estaban bombardeando las ciudades más importantes de España.

La del puerto de Valencia fue la segunda de seis expediciones para secuestrar a niños cuyos padres habían muerto o estaban presos por la guerra de España. El primero fue en Cartagena, a cargo del buque Gran Canaria.

El tercero partió del puerto de Santurce el 12 de junio de 1937 con el buque Habana. El cuarto desde Gijón el 23 de septiembre con el navío Daringuerina, el quinto en septiembre pero desde Barcelona en 1938, y el último desde Barcelona el 25 de noviembre, pero en un autocar en París que luego los trasladaría a Yalta.

El refugio que no fue temporal

La expedición de Cabo de Palos la formaban, entre otros, Francisco Navarro, histórico sindicalista valenciano fallecido hace unos meses. Algunos de estos niños todavía están vivos hoy y pueden contar la historia. Una de ellas es Vicenta Alcover, nacida en la ciudad de Valencia en 1930. No fue a Cabo de Palos, sino a la última expedición de todas, el autobús a París.

“Cuando tenía 3 años, mi padre murió en la guerra y mi madre emigró conmigo a Argel. Nos quedamos allí hasta 1938, cuando nos dijeron que teníamos que irnos. Llegamos a Barcelona, ​​donde conocimos a los jefe de la Fuerza Aérea Republicana, yo estaba muy nerviosa por los bombardeos, no aguantaba, y mi mamá me hizo apuntarme a esta expedición”, recuerda.

Una noche de noviembre, salió de España rumbo a París, luego emigró en barco a Yalta, y de allí a pueblos cercanos a Moscú. Su madre la dejó ir porque pensó que el refugio era para tres meses. Al final se quedó allí 20 años y volvió en los años 50, en plena dictadura.

Dolores Cabra trabaja en el Archivo General de Barcelona y es una de las organizadoras de la exposición «Los niños de la guerra cuentan su vida, ellos cuentan tu historia», de la Fundación Archivos de la Guerra y el Exilio (AGE). Cuenta todas las expediciones mencionadas anteriormente e historias de vida como la de Vicenta Alcover. “En los barcos iban niños de entre 3 y 14 años, además de los pedagogos y profesores que los acompañaban. Hasta 1939, cuando se perdió la guerra, ‘los mayores’ no salían”, explica Cabra.

Entre los “ancianos” se encontraba Alejandra Soler, una de las maestras de los niños que siguió cuidándolos en Stalingrado cuando la ciudad estaba rodeada. Sacó a los niños de ella a riesgo de su vida, en medio del asedio nazi. Murió a los 103 años hace poco más de 24 meses.

Los niños que crecieron también tenían historias que contar. Los mayores, más cercanos a los 14, eran aún más jóvenes cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Algunos lograron «engañar» al ejército ruso falsificando su edad y participando en la guerra de guerrillas. Los que se lanzaron en paracaídas tras las líneas enemigas para sabotear. 225 de estos niños de la guerra murieron luchando contra el ejército nazi. La exposición coordinada por Dolores Cabra lo cuenta todo.

“En las lanchas había niños que tenían entre 3 y 14 años”

Los que regresaron a España lo hicieron a finales de los 50, con la dictadura firmemente arraigada en todos los aspectos de la vida en España. Alcover fue interrogado varias veces, la primera cuando llegó al puerto de Castelló, donde les esperaban su madre (que se quedó en Barcelona) y su tía de Valencia. “Me hacían preguntas como cuántos pares de calcetines puedo comprar o si creía en Dios”, recuerda.

Después trabajó en Telefónica como técnico, en Radio Iberia montando televisores y radios, e incluso en Olivetti. En todos los trabajos, fue discriminado por ser de Rusia. Su pasado no le permitía un futuro fácil. El último interrogatorio al que fue sometido, según consta en el estudio, tuvo lugar en Madrid y duró una semana. Participaron, recuerda, agentes de la CIA. “Empezaron diciendo que si me había arrepentido de haber venido a España desde Rusia o si conocía a alguien del gobierno ruso. Al final, insistieron mucho en que les dijera si conocía a alguien que perteneciera al Partido Comunista de España (PCE). ). Le respondí que Dolores Ibárruri”, recuerda sarcásticamente, a sus 91 años.

Dos mil niños de la guerra

El barco que partió de Valencia transportaba muy poca gente en comparación con los miles que partieron de Barcelona o el norte de España. En total, fueron más de 2.900 niños y niñas de guerra. En Cabo e Palos, explica Cabra, «fueron 50 madrileños, y los otros 22 niños y niñas de Málaga, Almería, Xàtiva, Almoradí, Gandía y otros pueblos de la C. Valenciana».

“Estos niños -prosigue- fueron llevados a los ‘baños termales’ de Odessa (entre otros lugares) y fueron revisados ​​uno por uno. Los que estaban enfermos permanecieron allí unos meses para curarse. Luego fueron trasladados a Moscú. «, agregó. él recuerda..

“Se decidió que estos niños se embarcaran porque los fascistas y los nazis habían bombardeado a la población civil en muchos lugares como Durango, Gernika, Cartagena, etc. y el Comité Internacional de la Cruz Roja consiguió arreglar las salidas de esos barcos”. recuerda Cabra.

El trabajo fotográfico está disponible en Internet, e intentó dos veces que se exhibiera allí, en Odessa. La primera fue en 2014, “pero la guerra nos lo impidió”, recuerda Cabra. La segunda vez iba a ser, curiosamente, este 2022.

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Catálogo de Monumentos de Franco en Santa Cruz de Tenerife: Encuesta

El monumento a Los Caídos (1947) tendrá que ser retirado de la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife. Este monumento está formado por una torre en forma de cruz, que tiene una cripta en su base, y está formado por cuatro piezas escultóricas, entre las que destacan las dos figuras de soldados en posición de reposo y con una espada en la mano. El conjunto fue ordenado por el capitán general García Escámez tras la Guerra Civil y está incluido en el catálogo de vestigios franquistas que ha establecido el Gobierno de Canarias y que ordena la retirada de 80 símbolos «ilegales» que aún subsisten en Santa Cruz de Tenerife .

Entre los restos que “deben ser retirados definitivamente del espacio público”, se encuentran el monumento a Franco (1966), situado en la avenida d’Anaga; el busto de Joaquín Amigó de Lara (1986); las placas del Instituto Nacional de la Vivienda (1957) o la lápida del difunto de Igueste de San Andrés (1975).

En cuanto a las denominaciones, incluyen vías como el Puente General Serrador (1943), la calle Calvo Sotelo (1936) o el Paseo Francisco Aguilar y Paz (1994), así como barrios como La Victoria y centros educativos como el Fray Escuela Albina (1944), entre otros. Asimismo, también incluye el Mercado Nuestra Señora de África, cuyo nombre se va a cambiar. Los honores y distinciones conciernen a más de 130 personas.

La Autoridad Portuaria ya ha retirado la hélice del crucero «Canarias», uno de los símbolos franquistas incluidos en el catálogo establecido por el gobierno canario sobre los restos aún existentes en el municipio de chicharrero.

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