Para aprender a hablar, los niños y niñas tienen un apoyo fundamental en la boca de las personas que les rodean. A partir de los cuatro meses, los bebés notan más los labios que los ojos. Aprenden por imitación y a los 2 años suelen tener un registro de unas 50 palabras, siempre que no padezcan algún tipo de trastorno. Durante la pandemia, muchos expertos se han cuestionado si el uso de mascarillas en adultos y la falta de interacción social afectará el desarrollo del lenguaje en los niños. Sospechaban de él, pero no había pruebas científicas. Un estudio universitario acaba de confirmar esta sospecha. De hecho, los niños nacidos al inicio del flagelo del coronavirus tienen un desarrollo del lenguaje más lento en comparación con los nacidos antes de la crisis sanitaria.
Publicado en la «Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología», el trabajo está firmado por el equipo de investigación Comunicación Multimodal y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Los investigadores analizaron el desarrollo del vocabulario y la morfosintaxis (la capacidad de producir oraciones cada vez más complejas) datos de desarrollo de 153 niños y niñas de 18 a 31 meses. El equipo comparó datos de dos grupos de la misma edad, con el mismo nivel educativo de las madres y pertenecientes a guarderías similares. Llamó a uno el grupo «pre», integrado por los niños nacidos y evaluados antes de la pandemia, y al otro, el grupo «post», integrado por los nacidos entre octubre de 2019 y diciembre de 2020.
“Las restricciones de la pandemia han limitado las interacciones sociales y los contextos relacionales de los niños nacidos entre octubre de 2019 y diciembre de 2020”, explican los autores. “Los estímulos lingüísticos que recibieron se vieron afectados tanto por la reducción en la variedad y frecuencia de las interacciones sociales como por el uso de mascarillas (obligatorias para todos los mayores de 6 años), que dificultan la comprensión y les impiden aprovechar la información visual en el aprendizaje del idioma”, concluyen.
La boca
“Observar los labios ayuda a adquirir el lenguaje. De los 4 a los 8 meses emite balbuceos y su punto de atención es la boca. Esto es algo que también sucede cuando aprendemos un idioma extranjero. Si no tienes la información de la boca es como si tu cerebro estuviera más ciego”, explicaba, en 2021, Núria Esteve-Gibert, catedrática de estudios de psicología y ciencias de la educación en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del Grup de Recerca en Cognició i Clenguatge (Grecil) que ha recopilado artículos científicos internacionales sobre el impacto del impacto de las mascarillas en el desarrollo de los niños. sobre el impacto de las máscaras sobre el impacto de las máscaras sobre el impacto de las máscaras sobre el impacto de las máscaras sobre el impacto de las máscaras sobre el impacto de las máscaras sobre el impacto.
Los resultados obtenidos por los investigadores de la UAM muestran puntuaciones más bajas en el desarrollo de vocabulario y morfosintaxis para el “grupo post” en comparación con el “grupo pre”.
“Estos resultados muestran la sensibilidad del desarrollo comunicativo y lingüístico al contexto social, y subrayan la importancia de un seguimiento estrecho del desarrollo del lenguaje en este colectivo, especialmente en los niños que pueden tener mayor riesgo de dificultades”, subraya Eva Murillo, coautora del estudio.
“La detección precoz de cualquier dificultad en la comunicación y el desarrollo lingüístico facilita la intervención temprana, mejorando así el pronóstico”, añade la investigadora. “Además, esta detección temprana también reduce los costes sociales de las intervenciones a medio y largo plazo”, añade.
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