Nhabi había preparado todo para finalmente ser Nhabi. Solo se trataba del cambio de nombre, ya que el sexo aún no era accesible debido a los requisitos de la antigua ley trans. Partida de nacimiento, DNI, infinidad de documentos extraoficiales y tarjetas con el nombre cambiado, y varios informes con testigos que juran que usa ese nombre habitualmente. Meses y meses de papeleo.
“La funcionaria me dijo que no había problema y que me cambiaría el nombre, pero de repente miró mi SIP y me preguntó si yo era una mujer trans. Le dije que sí, y me respondió que entonces no podía. t.» Para ello, tomó dos años de terapia hormonal y aún más exigencias. Por ahora, era hora de seguir esperando.
Nhabi Iturbide es una mujer trans, coordinadora de la asociación LGTBI Lambda y tiene treinta años. Lleva ocho años en transición, y más de dos hormonas, con informe psicológico, tratamiento endocrino, documentos como SIP y otras tarjetas (que dependen de la Comunidad) han cambiado, etc. Pero en el DNI sigue apareciendo este nombre y este sexto que no le corresponde.
Es una de las primeras valencianas en solicitar un nombramiento de estado civil tras la aprobación de la ley trans. Lo recibí hoy, el primer día de la aprobación de la ley. Aunque la huelga de los abogados de la administración de justicia la hizo esperar, está contenta porque pronto, y sin necesitar tanto tiempo, podrá cambiar su documentación.
«Finalmente poder cambiar mi nombre y género en el registro es liberador», dice Nhabi. Debido a que su documentación no refleja quién es realmente, es un problema en todos los aspectos de la vida. “Cuando vas a hacer trámites con la administración, o dices que la policía necesita tu documentación para cualquier cosa, sale un nombre de niño, y les dije que soy mujer y me dijeron que me designara como tal. Esto solo genera confusión y problemas. , así como situaciones desagradables”, explica. En definitiva, poder cambiar por fin estas letras en tu documento nacional de identidad te quitará un enorme peso de encima.
El caso de Airto Granell, un hombre trans que también tenía cita para este jueves, es incluso más sangriento que el de Nhabi. Tenía dos años de terapia hormonal y un informe favorable de la Unidad de Género del Hospital Doctor Peset en el momento de solicitar el cambio de registro, además de todos los documentos mencionados. “Pero a la hora de la verdad le dijeron que no bastaba con la firma electrónica del endocrinólogo, sino que se necesitaba un sello físico. Tardó otros 9 meses en obtenerlo y al final esperó la aplicación de esta ley, » él dice.
Mantente estéril para cambiar algunas letras del DNI
La nueva ley trans, según Iturbide, también se aprueba para corregir algunos efectos negativos de la anterior. Ahora ya no se necesitan dos años de hormonas para iniciar un proceso, que ha afectado la salud de algunas personas. “Hay personas trans que no quieren tomar hormonas, pero con la ley anterior tenían que ser reconocidas como tales. Hormonal si o si. hormonas, con las consecuencias que esto tiene. En los adultos, por ejemplo, en muchos casos significa estar estéril”, explica Iturbide.
A partir de ahora, todas aquellas personas que no quieran pasar por hormonas podrán acogerse a la ley trans y cambiar su documentación sin ningún problema. Aun así, Nhabi explica que aún quedan muchos controles. «Cuando hablamos de ‘autodeterminación’, eso no quiere decir que de la noche a la mañana vas a ser hombre y mujer. Cuando aceptas, hay una reafirmación a los tres meses y otra a los seis, y hay que justificarlo mucho». , con muchos documentos. No sé aceptar a la ligera», explica.
El tema, según Nhabi, es que “una persona trans va a confirmar que es trans tantas veces como sea necesario. Esta ley era necesaria, y este reconocimiento temprano, porque los primeros años de transición son los peores”. Siguen leyéndote como la persona que no eres hasta que tu cuerpo cambia por completo, pasas por todo el odio y los problemas de primera mano… No tenía sentido que fuéramos impotentes esta vez además de eso”, dice. . Iturbide también recuerda que la ley también prevé un sistema de sanciones severas para quienes abusen de ella.
Ataques transfóbicos
Ser una persona trans, y además en plena transición, es un riesgo que puede aparecer en cada rincón. Y más aún si no tienes «cispassing» (término que se usa para describir a una persona trans que no lo nota). Nhabi dice que su físico incluso ha estado en peligro; “Hace poco tuve que huir porque cinco hombres me rodearon y me insultaron”, explica.
Son casos extremos, pero el rechazo también se siente en el día a día. “Sobre todo me pongo muy tenso allí donde hay que sacar el DNI, por ejemplo en cualquier administración o si me lo pide la policía”. Aún así, señala que en otras áreas, como su lugar de trabajo, casi no tiene problemas para que sus compañeros de trabajo la acepten por lo que es.
Nhabi tardó casi cinco años en decidirse a dar el paso, y una de las cosas que le frenó fue precisamente las dolorosas condiciones de la comunidad trans en España. “Las tasas de desempleo y suicidio dan miedo, y al final no tienes muchas referencias más allá del chico gay que fue golpeado en la escuela secundaria, da miedo salir del armario”, dice. Pero al final, señala, vale la pena. “Cuando finalmente pueda dejar todo eso de lado y cambiar mis documentos, me quitaré mucho peso”, explica.
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