Que De Noticias » Blog Archives

Tag Archives: océanos

Es el alga invasora que amenaza gravemente los ecosistemas costeros del sur de España

“El alga invasora Rugulopteryx okamurae llegó recientemente a Europa procedente del Pacífico Occidental. Su explosiva expansión en las zonas costeras del Golfo de Cádiz, el Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán está degradando los ecosistemas costeros autóctonos y provocando grandes pérdidas en los servicios ecosistémicos”.

Este es el primer párrafo de un estudio realizado por investigadores de los Centros Oceanográficos de Málaga y Cádiz del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) en colaboración con la Universidad de Málaga que acaba de publicarse en la revista ‘Phycologia’.

“Hemos descubierto por primera vez grandes cantidades de talos de Rugulopteryx okamurae desprendidos en los fondos profundos del Golfo de Cádiz, que son arrastrados desde las costas del Estrecho de Gibraltar hacia el Atlántico nororiental por el flujo del Mediterráneo”, revelan los científicos.

Los experimentos de laboratorio revelaron que las macroalgas sueltas recolectadas en lugares de aguas profundas estaban vivas y saludables y mantuvieron intacta su capacidad fotosintética después de largos períodos de oscuridad, lo que sugiere «una enorme capacidad de recuperación y potencial invasivo».

Dado el rápido transporte de talos sanos por la desembocadura del Mediterráneo y su acumulación masiva en la cuenca del golfo de Cádiz, esta alga asiática podría representar “una gran amenaza para los ecosistemas del Atlántico nororiental, afectando no solo a los hábitats costeros sino también a los de aguas profundas”, advierten los investigadores.

De hecho, se han encontrado tallos de algas hasta 1.141 metros de profundidad. Actualmente, es habitual encontrar grandes acumulaciones de esta alga invasora en el litoral andaluz, que pueden formar gigantescos mantos marrones a lo largo de la línea de playa.

Impacto negativo en los hábitats

Los restos encontrados en la costa proceden del fondo marino donde vive esta alga. Cuando estos tallos se desprenden, son arrastrados por las mareas y corrientes hacia las zonas de acumulación, donde generan un impacto negativo en los hábitats y ecosistemas locales.

«Los restos no solo tienen su destino en playas y fondos poco profundos, sino que también son arrastrados a zonas profundas, formando enormes arrecifes y afectando a los hábitats de aguas profundas», señala el Instituto Español de Oceanografía en un comunicado.

El estudio advierte de la «gran amenaza» que esto supone para los ecosistemas marinos profundos del Golfo de Cádiz. Ante esta situación, los autores reclaman el seguimiento y control de especies invasoras en estos ecosistemas marinos y subrayan la necesidad de adoptar «medidas efectivas para mitigar sus impactos negativos» en la zona.

“El artículo destaca la importancia de proteger los ecosistemas marinos someros y profundos del Golfo de Cádiz y mantener su salud y biodiversidad”, afirma Ángel Mateo, primer autor del estudio.

“Los talos colgantes transportados por el flujo mediterráneo a través de los canales de contorno del golfo de Cádiz pueden enredarse con obstáculos como rocas y desechos marinos, pero también con invertebrados bentónicos móviles y sésiles”, advierten los autores.

Varios hábitats de aguas profundas y especies asociadas mostraron grandes cantidades de Rugulopteryx okamurae thalli enredados en las imágenes submarinas tomadas para este estudio.

Algunas de las especies en cuestión son “muy sensibles a los impactos físicos” (fricción, abrasión, etc.); por ejemplo, los delicados y rígidos octocorales de fondo blando Isidella elongata y Radicipes gracilis, seguidas de otras especies más resistentes a estos impactos, como las gorgonias de fondo blando y duro Swiftia dubia y Acanthogorgia hirsuta y las esponjas Paracheilinus carpenteri o Phakelia spp.

moléculas tóxicas

Además, algunas de estas especies están en listas de conservación debido al declive que han experimentado en las últimas décadas debido al creciente impacto humano en las profundidades marinas, en particular la pesca de arrastre de fondo.

De hecho, el coral bambú Isidella elongata fue incluido en el Apéndice II de la Lista de Especies Amenazadas o en Peligro de la Convención de Barcelona en 1995, y está catalogado como En Peligro Crítico con una población en declive por la Lista Roja de la UICN.

El gran número de Rugulopteryx okamurae que se ha detectado adherido a las colonias de Isidella elongata puede dañarlas debido al lento crecimiento y fragilidad de esta especie, especialmente en sus partes apicales donde suele formar pólipos. Las implicaciones de este descubrimiento quedan por descubrir,

Además del daño físico, la descomposición de los talos puede liberar moléculas tóxicas para los invertebrados a los que se adhieren o que podrían alimentarse de ellos.

Hay varios metabolitos bioactivos de la clase terpenoide en Rugulopteryx okamurae con efectos tóxicos contra la depredación, que van desde la actividad disuasoria, la inhibición de la colonización larvaria hasta incluso la letalidad.

El estudio aporta evidencias de Rugulopteryx okamurae adherido a erizos de mar, anémonas de mar, esponjas y gorgonias de aguas profundas y, dada la toxicidad de sus metabolitos secundarios, se podrían producir presuntos efectos negativos en estos animales.

«Por lo tanto, la investigación futura debe centrarse en los impactos de Rugulopteryx okamurae no solo en los ecosistemas neríticos sino también en los batiales», concluyen los autores.

Informe de referencia: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/00318884.2023.2177057

.

Published by:

Ruido submarino: tortura bajo el mar

El ruido llena el océano. Las idas y venidas de los barcos, la exploración de hidrocarburos o la instalación de aerogeneradores marinos generan un sonido estridente que enloquece los fondos marinos. Es un ruido que afecta a muchos peces y cetáceos, obligándolos a trasladarse a otros lugares o condenándolos a vagar perdidos mar adentro. En efecto, este ruido submarino impide la comunicación de estos animales, de los que depende su reproducción y alimentación, además de los daños directos que sufren en los casos más extremos. Las consecuencias del ruido son enormes, lo que ha llevado a un grupo de científicos a alertar de sus impactos y proponer soluciones.

Para tener una idea de cómo se transmite el sonido bajo el agua, los científicos dicen que con los instrumentos adecuados, los barcos pueden escucharse desde Europa cuando entran y salen del puerto de Nueva York a miles de millas de distancia.

Una de las alternativas para reducir el incesante ruido que el hombre ha traído a las profundidades del mar es reducir en un 11% la velocidad de los barcos. “Los barcos son la principal fuente de ruido, pero con este pequeño gesto podríamos reducir significativamente el ruido”, afirma José Antonio Díaz, miembro del consorcio Saturno y técnico de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan). Plocan es uno de los 20 centros que trabajan en el proyecto europeo Saturn (Developing Solutions to Underwater Radiated Noise), que pasó tres años investigando soluciones para atenuar el ruido submarino.

El proyecto, liderado por la Fundación de Ciencias de Irlanda y organizado por el University College Cork, involucra a un gran consorcio de participantes de la UE, con 20 socios en 10 países europeos, y cuenta con un equipo interdisciplinario de expertos en acústica, biólogos marinos e ingenieros marinos.

La mayoría de los barcos navegan a velocidades entre 20 y 24 nudos, por lo que reducir su velocidad en un 11% significaría que tendrían que navegar entre 18 y 21 nudos, suficiente para aliviar gran parte del problema acústico. “Pese a lo que se pueda suponer, los barcos no generan ruido por su motor, sino por sus hélices”, apunta Díaz.

“A pesar de lo que se pueda suponer, los barcos no generan ruido por su motor, sino por sus hélices”

En concreto, cuando las hélices giran, producen burbujas que, al explotar, generan ese sonido incesante que atormenta la vida marina. Y aunque reducir la velocidad es la solución más viable a corto plazo, los investigadores del Proyecto Saturno creen que gran parte del ruido también podría evitarse cambiando la «forma de la hélice, para que produzca menos burbujas», como insiste el investigador.

Reducir la velocidad de las embarcaciones también puede tener otros beneficios. Así lo reveló ya en 2019 la consultora Reynolds Environmental Sustainability Consultants (RESC), que estimó que una reducción del 20% en la velocidad de los barcos podría reducir su consumo de combustible en más de un 24%. Esto, además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reduciría la contaminación acústica en un 67 % y las muertes de cetáceos por colisiones con barcos en un 78 %, según el informe.

Y es que una de las grandes amenazas que sufren los cachalotes, calderones o ballenas son las colisiones con barcos mientras navegan por el mar.Los daños pueden ir desde un simple arañazo hasta la mutilación total o la muerte del animal, muchas veces de forma lenta y dolorosa.

«Sordera permanente o transitoria»

Hay grandes diferencias en los océanos en términos de niveles de ruido. “Comparamos las zonas vírgenes, sin ningún tipo de contaminación acústica, y las de mayor actividad económica y transporte marítimo”, subraya Díaz. Entre las dos áreas, hubo una diferencia de 10.000 veces más ruido. «Es indignante», dice el investigador del proyecto Saturno.

En comparación, sería como pasar de un campo donde solo puedes escuchar los sonidos de la naturaleza a estar estacionado al lado de un avión a punto de despegar. En España, la zona más afectada es el Estrecho de Gibraltar, por el que pasan diariamente unos 300 barcos. Es decir, uno cada cinco minutos.

“Hay zonas del mar donde hay tanto ruido como estar al lado de un avión a punto de despegar”

“El ruido submarino afecta a todas las especies”, subraya José Antonio Díaz. Y es que, históricamente, el foco ha estado en los grandes mamíferos, como los cetáceos y los delfines. Esto no es de extrañar, ya que su comunicación es a través de sonidos. Para ellos, hay dos impactos posibles: uno físico, que puede causar sordera permanente o temporal, y un impacto comunicativo, porque el «ruido se superpone» a sus «diálogos».

Esto les impide escucharse unos a otros, por lo que acaban alejándose del resto de su grupo o perdiéndose a la deriva. Pero no son los únicos afectados. El resto de los peces también suelen huir de lugares muy ruidosos, lo que afecta tanto a los ecosistemas (que pierden uno de sus eslabones) como a las actividades humanas, como la pesca.

“El ruido es un problema poco conocido y es hora de proponer soluciones”, apunta Díaz. “Necesitamos avanzar y determinar con mayor precisión qué medidas tomar”, dice.

….

ENTREVISTA. Txema Brotons, biólogo marino y director científico de Tursiops

«El problema es que usamos el mar como si fuera una autopista»

A partir de 10 nudos de velocidad o 90 metros de eslora, una embarcación dispara su capacidad de matar cetáceos

Aunque el ruido submarino puede matar a un cetáceo instantáneamente, la mayoría de las veces lo somete a un estrés crónico que lo hace más vulnerable a cualquier impacto adicional. Tursiops es una entidad que estudia este problema.

-¿Cómo afecta el ruido submarino a los cetáceos?

-El ruido que hacemos se concentra más en las frecuencias bajas, donde más se escuchan los barcos. Estas bajas frecuencias tienen una capacidad de dispersión muy alta y afectan a unas especies más que a otras. El rorcual común, por ejemplo, emite a frecuencias muy bajas y una marsopa a frecuencias más altas. Este ruido crónico, aunque no es un shock letal en sí mismo, provoca un alto grado de estrés y hace que estos animales sean más susceptibles a otros shocks. Es como si tuvieras una lesión y si además te encuentras en una situación de estrés por cualquier motivo, esa lesión multiplicará la posibilidad de infección.

– ¿Este ruido puede causar la muerte directa en algunos casos?

-Un estudio sísmico para la búsqueda de hidrocarburos [se realizan potentes detonaciones submarinas] puede ser mortal si atrapa a un animal a cierta distancia. El sonar militar puede provocar reacciones de vuelo que provocan la muerte directa de animales en inmersiones profundas.

-¿Puede ser efectivo para reducir la velocidad de navegación?

-Reduciendo la velocidad, no solo reduciríamos el ruido, sino también el riesgo de colisión con cetáceos. A medida que se botan nuevos barcos, se puede pedir a la industria que haga diseños más eficientes. De hecho, un barco que hace mucho ruido a veces es señal de un mal funcionamiento del barco. Además, hay una miríada de grandes barcos que podrían estar navegando. Cristiano Ronaldo, por ejemplo, no navega en un velero. El problema es que usamos el mar como si fuera una autopista.

-El otro gran problema son las colisiones de barcos con cetáceos…

-Los grandes buques causan la mayor mortalidad. No es lo mismo chocar con un velero de 12 metros que va a seis nudos que chocar con un yate de 25 metros que va a 30 nudos o un ferry de 120 metros a 24 nudos. El riesgo de lesiones mortales aumenta con la velocidad y la longitud. Los estudios científicos establecen umbrales en los que hay un cambio muy pronunciado en la curva de supervivencia en caso de colisión, y son 10 nudos y 90 metros de eslora. Eso no quiere decir que un barco más lento o más pequeño no pueda matar a un animal también. En nuestra última expedición vimos dos cachalotes en una semana y ambos tenían marcas de colisión.

……

Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

.

Published by:

La prohibición de la pesca de arrastre en las áreas protegidas está en peligro debido a la presión de la industria

La pesca de arrastre constituye una de las amenazas más graves que sufren actualmente los fondos marinos, incluidas las áreas teóricamente protegidas, donde esta actividad aún está autorizada. Sin embargo, el peso económico de la pesca de arrastre en países como España está a punto de echar por tierra una medida que habría permitido recuperar parte de la biodiversidad perdida en los espacios marinos protegidos. Los organismos de conservación han criticado la «presión» de la industria sobre la Unión Europea para revertir sus planes para frenar la actividad.

En febrero de 2023, la Comisión Europea confirmó que tenía previsto prohibir la pesca de arrastre en las áreas marinas protegidas de la Unión, es decir, zonas delimitadas como tales y en las que, no obstante, sigue estando permitida esta práctica pesquera.

Este plan de acción preveía la eliminación gradual de la pesca de arrastre en todas estas áreas protegidas de la UE para 2030 y estaba en línea con los compromisos de Europa para garantizar una protección efectiva, no solo formal, de estas áreas. Las primeras medidas, según la estrategia inicial, debían materializarse ya en 2024.

España, junto con otros tres o cuatro países de la UE, siempre se ha opuesto ferozmente a esta prohibición de la pesca de arrastre en espacios protegidos y el ministro del sector, Luis Planas, ha anunciado un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que suspenda las normas que prohíben la pesca de arrastre en espacios protegidos. pesca en 87 zonas de aguas profundas de la plataforma continental.

Planas llegó a asegurar que Europa estaba «en guerra» contra esta medida.

«Una invitación al diálogo»

A principios de abril, el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, hizo unas declaraciones en las que daba a entender que renunciaba a la obligación de esta prohibición. El comisario dijo que solo pretendía trazar «una hoja de ruta» para «proteger los ecosistemas y hacer más resilientes las pesquerías», pero evitó repetir lo que había dicho sólo dos meses antes.

El portavoz de la Comisión Europea de Pesca, Adalbert Jahn, se sumó a este cambio de rumbo al precisar que el plan de acción anunciado en febrero no tendrá «objetivos vinculantes» ni «legislación», sino que solo será «una invitación al diálogo».

Este cambio de postura se discutió estos días en un congreso sobre conservación marina celebrado en San Sebastián, durante el cual el director de investigación de Oceana, Ricardo Aguilar, lamentó el retroceso de la UE en la prohibición de la pesca de arrastre para las áreas protegidas en 2030. También lamentó que todo haya terminado. «en papel».

Al permitir estas actividades pesqueras, “y si seguimos las directrices de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la gran mayoría de áreas marinas protegidas en Europa no pueden ser consideradas como tales”, ha subrayado.

El director de investigación de Oceana atribuye el cambio de las políticas europeas en este ámbito «a la presión política» de los partidos políticos «que apoyan el mantenimiento de un sistema obsoleto que se sabe muy destructivo», dijo en declaraciones a Efe.

Por su parte, Claire Nouvian, presidenta de la ONG Bloom, cree que “hay consorcios industriales muy grandes que tienen mucho poder sobre Luis Planas”.

Esperanza entre los pescadores

Por otro lado, la satisfacción es general entre los empresarios de un sector que mueve varios millones al año y emplea a miles de personas en toda España. Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), ha declarado a La Opinión de la Coruña, de Prensa Ibérica, que sobras palabras y faltan actos: “Nos alegra ver que Bruselas ha lanzado este mensaje, pero nos sigue preocupando tema. Lo mejor es que directamente retiran el plan de acción y así evitamos malas interpretaciones”.

La CE y los ecologistas, añade, «se han extralimitado» al intentar acabar con la pesca de arrastre, «motor económico de muchos puertos del país».

“Sin la resistencia, muchas fábricas de hielo, mercados o comerciantes no serían viables. Y eso da la impresión de que nunca se ha tenido en cuenta”, subrayó también, explicando que la decisión de eliminar esta práctica en todas las áreas marinas protegidas a partir de 2030 no responde a criterios científicos.

“No hay por qué decir que es necesario, sobre todo sabiendo que donde hay ecosistemas marinos vulnerables, esta pesca ya está prohibida”, añadió el también presidente de la Coalición Internacional de Asociaciones Pesqueras (ICFA) y de la patronal europea Europêche. .

…….

Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

.

Published by:

Una enfermedad amenaza con acabar con el 75% de los corales del mundo

Los arrecifes de coral juegan un papel esencial en el ecosistema marino, ya que alrededor de una cuarta parte de los peces del mundo dependen de ellos. La mortal enfermedad de los corales se está extendiendo a medida que aumentan las temperaturas globales. Además, probablemente terminará afectando a todos los arrecifes del mundo.

Un estudio publicado en Ecology Letters muestra cómo la salud de los corales se verá afectada por el cambio climático, que amenaza con destruir hábitats de arrecifes completos y devastar las comunidades costeras.

Para el metanálisis, los investigadores de UNSW Sydney analizaron 108 estudios de salud de los corales en los que se inspeccionaron los arrecifes de coral en busca de síntomas de enfermedades. Luego vincularon los informes de enfermedades con los registros de temperatura de la superficie del mar y se dieron cuenta de que el cambio climático, en particular el calentamiento de los océanos, había influido en la prevalencia de las enfermedades de los corales en todo el mundo. También crearon modelos para predecir enfermedades en escenarios de calentamiento futuro.

Se ha triplicado en los últimos 25 años.

Descubrieron que la enfermedad de los corales aumentaba con la temperatura del océano a lo largo del tiempo, triplicándose en los últimos 25 años al 9,92 % a nivel mundial. Su modelo también predice que la prevalencia de la enfermedad podría alcanzar el 76,8 % para 2100 si las temperaturas continúan aumentando en la misma trayectoria, el peor escenario más conservador.

Samantha Burke, autora principal del estudio, dice que los hallazgos resaltan los efectos devastadores del aumento de las temperaturas en los arrecifes de coral y el imperativo de una acción rápida para mitigar el cambio climático.

“La enfermedad de los corales es una causa grave de la mortalidad de los corales y el declive de los arrecifes en todo el mundo, y nuestro modelo predice que seguirá empeorando incluso si las temperaturas de los océanos siguen siendo conservadoras”, dice Burke.

El estudio también sugiere que es probable que la enfermedad de los corales empeore más en el Océano Pacífico que en los océanos Atlántico o Índico según los datos actuales.

Organismos vitales para el mar y la costa

Los arrecifes de coral juegan un papel vital en el ecosistema marino, sustentando alrededor de una cuarta parte de los peces del mundo. También son vitales para las comunidades costeras que dependen de los arrecifes para la pesca y el turismo, así como las protecciones que brindan contra las marejadas ciclónicas y la erosión costera.

«Son los constructores del hábitat. Sin coral, no hay ambiente de arrecife ni industria costera», dice Burke.

La enfermedad del coral ocurre cuando el sistema inmunológico del coral se ve comprometido, generalmente después de haber sido infectado con un patógeno, como una bacteria o un hongo, que causa la enfermedad en el animal.

Esto es diferente al blanqueamiento de los corales, que ocurre cuando los corales se vuelven blancos bajo estrés al expulsar las algas zooxantelas que viven en sus tejidos y son responsables de la coloración.

Estudio de referencia: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ele.14266

……..

Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

.

Published by:

Día de los océanos: en 2050 habrá más toneladas de plástico que peces en el mar

Cada año, 20 millones de toneladas de plástico acaban contaminando nuestros océanos y tardan hasta 600 años en descomponerse. “Estos plásticos que caen sobre los arrecifes los destruyen. Por ejemplo, las tortugas marinas ingieren una gran cantidad de plástico en forma de bolsas o botellas que pueden confundir con su comida”, explica la bióloga y conservadora del acuario del Zoo de Madrid , Javier. García. Lo que más preocupa a los científicos son los microplásticos, por eso el Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales del País Vasco CIC biomaGUNE está desarrollando una membrana con enzimas capaces de descomponerlos para eliminar los residuos que dejan nuestras prendas durante el lavado. “Podríamos poner estas membranas en nuestras lavadoras para que estén libres de microplásticos”, explica Fernando López Gallego, investigador de CIC biomaGUNE. Otras iniciativas, como Mares Circulares, dan una segunda vida a las toneladas de basura marina que recogen, convirtiéndolas en redes para frutas y verduras, así como en canastas de baloncesto o fútbol. Al ritmo de destrucción que conocemos, en 2050 habrá más toneladas de plástico que peces en el mar.

.

Published by:

dia mundial de los oceanos

El diez por ciento de las más de 230.000 especies conocidas que habitan los mares y océanos se encuentran en peligro de extinción, advierte la presidenta de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco en España, Carol Portabella, con motivo de la conmemoración, este jueves 8, Mundo Día de los Océanos.

Además, se estima que aún quedan dos millones de especies por descubrir, principalmente en sus profundidades, señala Portabella en un artículo para EFEverde.com de la Agencia EFE en el que apunta a la exploración y conservación de estos territorios como pendientes. asuntos. .

Sans surprise, les océans occupent 360 millions de kilomètres carrés (71 % de la surface de notre planète), un espace plus grand que tous les continents réunis, mais à peine 10 % ont été explorés et moins de 20 % cartographiés, souligne-t -Él.

Capaz de proporcionar el 50% del oxígeno que respiramos, como las masas vegetales terrestres (…) y de absorber el 30% del dióxido de carbono que producimos, el océano juega un papel decisivo en el equilibrio ambiental y la regulación del clima, pero también como fuente de proteínas para tres mil millones de personas, recuerda Portabella.

“Es -agrega- una inmensidad inexplorada, donde hasta el momento solo se protege el 1,2%”, por lo que será fundamental que 60 países ratifiquen y adopten el Tratado de Alta Mar, o “Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho de los Mar». Mar para la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional”, aprobado en marzo pasado.

Debería ser durante la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos, que tendrá lugar en junio de 2025 en Niza, Francia, recuerda el presidente de la FPA2 de Mónaco en España.

Un acuerdo, subrayó, que, tras cinco años de negociaciones, recoge los principales retos para la adecuada conservación y aprovechamiento de los recursos de alta mar, dando prioridad a la protección del medio ambiente y la biodiversidad marina.

Este tratado establece herramientas de gestión para nuevas áreas marinas protegidas, la distribución equitativa de los beneficios científicos o comerciales, la distribución de los beneficios de los recursos genéticos marinos, el establecimiento de informes de impacto ambiental para las actividades que puedan generarlos y la creación de un organismo de control, el explica.

Un marco legal que, subraya, “prevendrá también la práctica de actividades ilícitas como la piratería, la pesca descontrolada, el vertido de contaminantes y otras actividades que ponen en peligro el futuro de Alta Mar y, por tanto, del Océano, y de nuestra especie”.

.

Published by:

Acidificación de los océanos: un problema tan silencioso como devastador

La acidificación de los océanos es un problema ambiental que muchas veces pasa desapercibido en relación con el cambio climático, pero sus efectos son igualmente alarmantes. Este fenómeno es el resultado de la absorción de dióxido de carbono (CO2) por parte de los océanos, lo que provoca un aumento de la acidez del agua y tiene consecuencias devastadoras para la vida marina y los ecosistemas oceánicos.

Acidificación de los océanos: causas y consecuencias

La principal causa de la acidificación de los océanos es el aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera debido a las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la producción industrial. Alrededor del 30% del CO2 emitido por estas actividades es absorbido por los océanos, provocando una serie de reacciones químicas que aumentan la concentración de iones de hidrógeno y disminuyen la concentración de iones de carbonato en el agua.

Esta alteración de la química oceánica tiene efectos adversos sobre la vida marina, especialmente los organismos con caparazones y esqueletos calcáreos, como los corales, el plancton, los moluscos y algunos crustáceos. La disminución de iones de carbonato dificulta la formación y el mantenimiento de estas conchas y esqueletos, lo que puede provocar la disolución de estos organismos y la desaparición de los arrecifes de coral.

Los arrecifes de coral son ecosistemas esenciales para la biodiversidad marina y proporcionan hábitats y refugios para una gran variedad de especies. Además, los arrecifes de coral protegen las costas de la erosión y contribuyen a la economía local a través del turismo y la pesca. La desaparición de los arrecifes de coral tendría consecuencias catastróficas para la vida marina y los ecosistemas costeros.

La acidificación de los océanos también afecta la red alimentaria marina, ya que muchos organismos afectados son fuentes de alimento para especies superiores. Esto podría tener efectos en cascada sobre la biodiversidad y la productividad de los ecosistemas oceánicos, así como sobre la pesca mundial y la seguridad alimentaria.

Zonas de mayor incidencia

La acidificación de los océanos es un fenómeno global, pero su impacto varía según la región y las condiciones locales. Las áreas polares, como el Ártico y la Antártida, son particularmente vulnerables a la acidificación debido a la mayor solubilidad del CO2 en aguas más frías y la reducción de la capa de hielo marino, lo que permite una mayor absorción de CO2.

Además, las áreas costeras y los ecosistemas de aguas poco profundas, como los manglares y los estuarios, también son susceptibles a la acidificación de los océanos. Estos ecosistemas ya se enfrentan a una serie de presiones ambientales, como la contaminación, la eutrofización y la pérdida de hábitat, y la acidificación puede exacerbar estos problemas.

En áreas tropicales, los arrecifes de coral son particularmente vulnerables a la acidificación porque dependen de la disponibilidad de iones de carbonato para mantener sus estructuras calcáreas. La Gran Barrera de Coral en Australia, el Caribe y el Pacífico Sur se encuentran entre las zonas más afectadas por este fenómeno.

Soluciones posibles

La solución más eficaz ya largo plazo para combatir la acidificación de los océanos es reducir las emisiones de CO2 a escala mundial. Esto significa adoptar políticas de mitigación del cambio climático, como el Acuerdo de París, y promover la transición hacia fuentes de energía limpias y renovables, como la energía solar, eólica e hidroeléctrica. También es fundamental promover prácticas sostenibles en la agricultura, la silvicultura y la industria para reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

A nivel local, es posible implementar medidas para proteger y restaurar los ecosistemas marinos y costeros que pueden ayudar a mitigar los efectos de la acidificación de los océanos. Estas medidas incluyen la creación de áreas marinas protegidas, la restauración de hábitats degradados como manglares y pastos marinos, y la promoción de prácticas de pesca sostenible.

También es importante estimular la investigación científica sobre la acidificación de los océanos para comprender mejor sus impactos en los ecosistemas marinos y desarrollar estrategias de adaptación y mitigación. Por ejemplo, se están explorando enfoques innovadores, como agregar materiales alcalinos, como piedra caliza, a las áreas afectadas para aumentar la concentración de iones de carbonato y reducir la acidez del agua.

Solo a través de la acción colectiva y la cooperación internacional podemos abordar la amenaza silenciosa pero devastadora de la acidificación de los océanos.

Fuentes:

  • Informes y publicaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en particular el Programa Internacional sobre el Estado de los Océanos (IPSO) y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI).

  • Investigaciones y estudios publicados en revistas científicas especializadas, como Nature, Science and Marine Pollution Bulletin.

  • Informes y recursos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

  • Sitios web de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales dedicadas a la conservación y protección de los océanos, como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

  • ……..

    Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

    .

    Published by:

    Campaña de firmas contra la minería submarina: ‘Destruye el fondo del océano y empeora la crisis climática’

    “La minería submarina está destruyendo el lecho marino, poniendo en peligro el sustento de los animales marinos y de especies aún por descubrir, y exacerbando la crisis climática”, dice Greenpeace, que lanzó la campaña de la firma “Stop the Mining” (“Stop a la minería”). En pocos días recogió más de 368.000 firmas. El objetivo es llegar al millón.

    “Los fondos marinos parecían ser la última frontera. Pensábamos que sus ecosistemas estarían a salvo de la codicia de las grandes empresas. No ha sido así”, advierte Greenpeace en el sitio donde se recogen las firmas. “Quieren hacer lo impensable: destruir los fondos marinos para extraer materiales valiosos. Perder ecosistemas a cambio de sus beneficios”, añade.

    Greenpeace advierte que un grupo de países se han aliado con ciertas empresas mineras para convertir esta zona inexplorada en su nueva fuente de ingresos. “Para ello, no dudan en sacrificar la vida que albergan, su importancia en el control de los niveles de CO2 del planeta y la sostenibilidad de los ecosistemas marinos en su conjunto”, denuncia.

    “Usando un atajo legal, quieren obtener permiso este año para bajar enormes excavadoras y perforadoras al fondo marino para comenzar a extraer los minerales valiosos que contiene”, critica. “Quieren hacer en alta mar lo que ya han hecho en tantos lugares del planeta: destruirlos por su interés económico. Y esta vez, no podemos permitirlo”, grita la ONG.

    España y el resto de países que forman la ISA (Autoridad Internacional de los Fondos Marinos) tienen la potestad de evitar “la devastación de nuestros fondos marinos antes de que sea demasiado tarde. Y deben hacerlo”, afirma el grupo conservacionista. Pero las negociaciones que se han llevado a cabo en las últimas semanas dentro de la ISA no han dado los frutos que Greenpeace esperaba.

    Daño irreparable

    “Las negociaciones (ISA) no han abordado las preocupaciones de los científicos y los pueblos indígenas y ahora, incluso en ausencia de reglas y regulaciones, los intereses de la minería en aguas profundas están tratando de obligar a los gobiernos a través de un proceso legal contencioso para considerar y aprobar tentativamente una -Solicitud de minería marina en cualquier momento después del 9 de julio”, dice.

    Hay tres motivos principales por los que Greenpeace denuncia la actividad minera en los fondos marinos:

    1 «Esto causará un daño irreparable a uno de nuestros más fuertes aliados contra el cambio climático, ya que el fondo marino es un reservorio ‘muy importante’ del llamado ‘carbono azul’, el carbono capturado por los océanos, los ecosistemas costeros y los organismos que viven allí, y se almacena como biomasa y sedimentos en el fondo del mar”.

    2 “Esto tendrá un impacto en la cadena alimentaria y pesquera, ya que los daños a las especies marinas afectarían a toda la cadena alimentaria oceánica, pudiendo llegar incluso a la extinción de especies aisladas. La minería submarina podría reducir las capturas de la flota española debido a las nubes de sedimento provocadas por esta actividad”.

    3 “Esto dañará irremediablemente a las especies marinas, ya que para ellas se encuentran auténticos “oasis” en las profundidades del océano. Algunas especies dependen de estos sustratos para vivir, como es el caso de especies de corales y esponjas. generar columnas de sedimentos que dañarán diferentes hábitats incluso a kilómetros de distancia».

    Las advertencias de Greenpeace coinciden con las conclusiones de un estudio científico que acaba de publicar ‘Fauna & Flora International’. Según esta investigación, los daños causados ​​por la minería en los fondos marinos serían «extensos e irreversibles: una vez perdida, la biodiversidad de las profundidades marinas será imposible de restaurar».

    Un año crítico para los océanos

    «Este es un año crítico para el futuro de nuestros océanos», advierte Catherine Weller, directora de Global Fauna and Flora Policies, quien argumenta que se ha acordado una moratoria a la minería en aguas profundas en 2021 hasta que los riesgos se entiendan «como un entero». y podría garantizarse una “protección efectiva”.

    “Nuestra investigación demuestra inequívocamente que esto aún está lejos de la realidad y, por lo tanto, instamos a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos a evitar la adjudicación prematura de contratos mineros y a adoptar una nueva moratoria sobre la minería en aguas profundas”, agregó Weller. .

    La presión de las grandes empresas del sector para promover la minería subterránea se debe a la creciente demanda de metales, como litio, cobre y níquel, y al agotamiento de los recursos terrestres.

    Los científicos advierten que esta actividad conlleva graves riesgos e impactos, no solo sobre los ecosistemas marinos, sino también sobre el importante papel del océano en la regulación del clima. La minería en aguas profundas podría contribuir a la crisis climática al alterar las reservas de carbono en los sedimentos marinos e interrumpir el ciclo del carbono y los procesos de almacenamiento.

    «Nous en savons moins sur les profondeurs marines que n’importe quel autre endroit de la planète ; plus de 75% des fonds marins restent non cartographiés et moins de 1% des profondeurs océaniques ont été explorées» alerte Sophie Benbow, directrice de la Marina Fauna y flora.

    “Sin embargo, lo que sí sabemos es que el océano juega un papel vital en el funcionamiento básico de nuestro planeta, y por lo tanto la protección de su delicado ecosistema es fundamental no solo para la biodiversidad marina, sino para toda la vida en la Tierra”, concluye. .

    Recogida de firmas contra la minería submarina: https://es.greenpeace.org/es/que-puedes-hacer-tu/peticiones/stop-mineria-submarina/

    Informe de ‘Fauna and Flora International’ sobre minería en aguas profundas: https://phys.org/news/2023-03-deep-seabed-extensive-irreversible-reveals.html

    ……..

    Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

    .

    Published by:

    Logran grabar al pez que vive en lo profundo del planeta

    Científicos japoneses y australianos han obtenido las imágenes de peces nadando a la mayor profundidad registrada hasta el momento. Precisamente se trata de un pez que fue filmado nadando a más de 8 kilómetros bajo la superficie, estableciendo así un nuevo récord mundial. El animal, una especie desconocida de caracol perteneciente al género Pseudoliparis, fue registrado a una profundidad de 8.336 metros en el pozo Izu-Ogasawara en el sureste de Japón. Las imágenes se obtuvieron desde un sumergible que formaba parte de una expedición que comenzó el año pasado.

    Solo unos días después de registrar a este pez, los científicos encontraron dos caracoles de la especie Pseudoliparis belyaevi, en el mismo pozo submarino, a una profundidad de 8.022 metros. El equipo afirmó que estos son los primeros peces registrados a profundidades superiores a los 8.000 metros.

    Científicos del Centro de Investigación de Aguas Profundas Minderoo de la Universidad de Australia Occidental y la Universidad de Ciencias y Tecnología Marinas de Tokio se propusieron explorar las fosas de Japón, Izu-Ogasawara y Ryukyu, que tienen respectivamente 8.000, 9.300 y 7.300 metros de profundidad. , parte de un estudio de una década de las poblaciones de peces más profundas del mundo. La expedición comenzó el año pasado y, utilizando sumergibles autónomos de aguas profundas, los investigadores desplegaron cámaras cebadas en el fondo de estas trincheras.

    El científico jefe de la expedición y fundador del Centro de Investigación de Aguas Profundas de Minderoo-UWA, el profesor Alan Jamieson, señaló que las adaptaciones evolutivas permitieron que algunas especies de caracoles vivieran a unos 1.000 metros de profundidad en comparación con donde los peces viven más lejos de la superficie.

    Se sabe que más de 400 especies de caracoles viven en una gran variedad de hábitats, que van desde aguas poco profundas hasta la oscuridad de las profundidades del océano, dado que a 8.000 metros bajo el agua la presión es 800 veces mayor que en la superficie del océano.

    La aparición de estos peces sorprendió a los científicos. “Cuando imaginas cómo debería verse el pez más profundo del mundo, lo más probable es que sea nudoso, negro, con dientes grandes y ojos pequeños”, dijo Jamieson. Sin embargo, «muy probablemente [ese aspecto] No tiene nada que ver con la profundidad del mar, sino con la oscuridad de estas zonas. Las adaptaciones en alta mar tienden a ser menos visibles, agregó.

    Los jóvenes son más profundos

    El individuo registrado a mayor profundidad en el mencionado video fue un alevín. A diferencia de otras especies de peces de aguas profundas, los caracoles jóvenes generalmente viven a mayor profundidad que los adultos.

    «Debido a que no hay nada más debajo de ellos, el área poco profunda del rango se superpone con muchos otros peces de aguas profundas, por lo que poner a los juveniles en esa área probablemente signifique que se los comerán», dijo Jamieson. .

    Jamieson dijo que la expedición de Japón confirmó la teoría de que el caracol de las Marianas, encontrado a 8.178 metros en 2017 en la Fosa de las Marianas, podría no ser el pez más profundo del mundo.

    Hace casi una década, el equipo de Jamieson argumentó que podría ser biológicamente imposible que los peces sobrevivieran a profundidades mayores de 8200 a 8400 metros.

    El hecho de que los caracoles se hayan adaptado a mayores profundidades que cualquier otro vertebrado puede sobrevivir es intrigante, ya que generalmente no son un género de aguas profundas. La mayoría de los caracoles viven en aguas poco profundas, como los estuarios.

    A estas profundidades, los peces de 20 a 25 centímetros viven de pequeños crustáceos, que a su vez se alimentan del material que cae en la fosa cuando mueren las criaturas de las aguas superficiales. “Estos pueden tardar semanas o meses en hundirse”, dijo Jamieson. Sin embargo, los hambrientos crustáceos de aguas profundas no conocen las fechas de caducidad y, por lo tanto, obtienen una importante fuente de alimento.

    ….

    Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

    .

    Published by:

    ¿Puedes realmente escuchar el sonido del mar en una concha?

    ¿Quién no ha probado nunca a escuchar el sonido del mar a través de una concha? Suena a magia o mentira piadosa para sorprender a los más pequeños, pero lo cierto es que cuando acercas suavemente la oreja a la abertura de una concha, puedes escuchar un sonido amplificado de lo que parece ser el dulce murmullo del mar.

    Durante décadas, este fenómeno único ha captado la atención de niños y adultos, quienes, en su afán por encontrarle una explicación, suelen creer que estas conchas marinas emiten los sonidos de donde quieren volver: el océano.

    Sin querer desviar la atención de esta hermosa metáfora, la ciencia ha tratado de encontrar una teoría más lógica y basada en la realidad. La primera explicación que ofrecieron los científicos era tan plausible que corrió como la pólvora. Se pensaba que los sonidos que se podían escuchar a través de la caracola no eran más que la amplificación del flujo de la propia sangre. Tiene sentido. Como era de esperar, cuando apoyas la cabeza sobre una almohada, puedes escuchar la sangre latiendo en tu cabeza. Esta teoría ha sido ampliamente aceptada, y entre otros ha sido apoyada por el famoso divulgador científico Carl Sagan, quien ratificó en 1973 que la melodía que emanaba del caparazón no era más que “el sonido altamente amplificado de nuestra propia sangre circulante”.

    Sin embargo, era una teoría fácil de refutar. Si lo que amplificaba la caracola era el sonido de la sangre, debió variar o ser más intenso durante el ejercicio físico, ya que el deporte provoca un aumento de la presión arterial y del pulso. Sin embargo, cuando compararon el sonido que se escuchaba en el caparazón mientras la persona estaba en reposo y después del ejercicio, encontraron que el caparazón seguía emitiendo el mismo sonido, sin ninguna variación.

    Los científicos insistieron en que aun así, debe ser un líquido interno el que generó dicho sonido. ¿Y qué otra parte del cuerpo tiene líquidos? Exactamente la oreja. El oído interno está constantemente rebosante de fluidos endolinfáticos y perilinfáticos. Son líquidos esenciales que nos permiten mantener el equilibrio. Entonces podría tener sentido que al sostener un caparazón fuera de este órgano, lo que se amplificaría sería el sonido del balanceo de estos líquidos.

    Sin embargo, otro experimento simple también perturba esta teoría. El líquido en el oído interno se mueve cada vez que se sacude la cabeza. Entonces esto significa que a medida que movemos el ángulo y la dirección de nuestra cabeza, también lo hace el sonido de la caracola. Pero inclinar la cabeza hacia un lado no produce el mini maremoto auditivo esperado. La respuesta seguía siendo un misterio.

    La respuesta no está dentro, sino fuera.

    Luego vino la última teoría. ¿Y si la respuesta no estuviera dentro del oyente sino fuera? Los científicos comenzaron a creer que lo que se escuchaba en la caracola era aire que fluía a través de la concha, creando un silbido y un sonido fluido. Para corroborar esto, los investigadores intentaron escuchar una caracola en una habitación insonorizada. Pero, bajo tales circunstancias, la caracola simplemente se volvió completamente silenciosa. «Para que se escuche, es necesario que haya ruido de fondo», dice Andrew King, director del Centro de Neurociencia Integrativa de la Universidad de Oxford y jefe del Grupo de Neurociencia Auditiva de Oxford.

    King había encontrado la llave. Los sonidos que se escuchan a través de las conchas y que parecen provenir del interior, no están dentro, sino a su alrededor. El caparazón «capta» el ruido ambiental, lo amplifica y lo transforma en sonidos que acaban en nuestros oídos. “La caracola actúa como un resonador, aumentando ciertas frecuencias de sonido, haciéndolas más fuertes de lo que serían sin la concha colocada junto a la oreja”, explica King.

    La frecuencia del sonido depende de la forma de la concha, aunque los sonidos que suelen captar son los de frecuencia más baja, profunda y rotunda. Como los del océano.

    Pero las conchas no son las únicas capaces de evocar un ambiente marino. De hecho, casi cualquier superficie convexa servirá. Puede intentar sostener una taza de té o un tazón en sus oídos, o ahuecar sus propias manos para lograr el mismo efecto, aunque en menor medida. Eso sí, si haces este experimento en la cocina, no esperes encontrarte con el sonido del mar, en su lugar escucharás el zumbido de la nevera o las cañerías rebosantes de agua. Tendrás que acercarte al mar para escuchar realmente el sonido del océano.

    …….

    Contacto para la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es

    .

    Published by: