Tras acordar la reforma del desfalco, última etapa de la modificación del Código Penal negociada entre el Gobierno y ERC, el líder de los republicanos, Oriol Junqueras, allana el camino para la aprobación de los presupuestos de la Generalitat por parte del PSC . Él mismo subrayó en una entrevista con EL PERIÓDICO que sería la prueba del algodón para comprobar si las cuentas podrían coincidir con los socialistas, a los que hasta ahora ha acusado de no comprometerse con «el fin de la represión».
Con el acuerdo alcanzado pendiente de firma este jueves en el Pleno del Congreso, Junqueras aseguró en una entrevista a ‘Cafè d’Idees’ de La 2 y Ràdio 4 que ahora el PSC «camina despacio en la buena dirección», que se está convirtiendo el verde claro por el pacto económico que hace unas semanas ERC negó que iría junto a Salvador Illa. De hecho, llegó a decir a principios de octubre que no estaría de acuerdo con quien «aplaudió» por su encarcelamiento.
Ahora bien, si la negociación está en marcha con la CPS es porque, según él, aunque «todavía fracasa», acciones como la represión de la sedición y ahora la reforma del desfalco van en lo que considera la línea correcta. . «Es mejor que lo contrario», condenó. De hecho, Junqueras también consideró que el presidente Pedro Sánchez estaba dando «un paso para acabar con la represión».
Cómo es y cómo será el delito de malversación tras el pacto PSOE-ERC
En cualquier caso, el líder de los republicanos no ha renunciado a aprobar las cuentas con un pacto del que también forma parte Junts. Eso sí, rechazó categóricamente la reforma fiscal que propone, con deflación del IRPF incluida, porque supondría 750 millones de euros menos para las arcas de la Generalitat. “El sentido común dice que hay que aprobarlo con todos”, dijo tras recordar el acuerdo del Gobierno con los trabajadores sociales. También ha desfigurado el «tacticismo» que reprocha a los socialistas querer retrasar la aprobación de las cuentas.
En referencia a la reforma del desfalco, Junqueras rechazó que se pudiera aplicar a la organización del 1-O y recordó que incluso el exconsejero Cristóbal Montoro negó que se destinaran fondos públicos al referéndum. “Me parece injusto condenar por malversación a alguien que nunca ha malversado nada”, ha añadido, y ha añadido que con la tipificación del delito pactada con el PSOE “habría que tergiversar mucho la ley” para aplicarla al 1-O.
Ante los «riesgos» que Sánchez dice asumir con el caso del desvío, Junqueras respondió que el riesgo «lo asumen quienes están dispuestos a ir a prisión por defender la democracia». También ha recordado que, pese a la reforma del Código Penal, se mantienen largas penas de inhabilitación para los dirigentes del 1-O y el caso del Tribunal de Cuentas que amenaza con embargar bienes de altos cargos de la Generalitat.
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Los términos del referéndum
Sobre las condiciones del referéndum propuesto por ERC en el documento político que aprobará su congreso a finales de enero y que consiste en completar el acuerdo de claridad que propugna Pere Aragonès, Junqueras aseguró que su partido prioriza el camino negociado con el Estado pero que no dejará de defender «todas las vías democráticas» para lograrlo si el gobierno se niega a hacerlo. Una forma de dejar caer que su partido no favorece la repetición de una vía unilateral pero que no excluye recurrir a otras complicidades en el ámbito internacional para impulsar el referéndum aunque la Moncloa se oponga.
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