En general, todas las mujeres siguen estrictamente la recomendación de acudir cada año al ginecólogo para una revisión. Pero no solo se debe revisar el aparato reproductor femenino, sino también las vías urinarias.
Las patologías urinarias que sufrimos son numerosas: incontinencia urinaria, prolapso de órganos pélvicos o infecciones urinarias de repetición… Enfermedades a las que no prestamos atención pero que nos deben animar a acudir al urólogo.
El Dr. Javier Romero-Otero, Director del Departamento de Urología de HM Hospitales de Madrid y Director Médico de la Clínica ROC, destaca la importancia de la urología funcional femenina.
“El urólogo es el cirujano del aparato urinario, además del cirujano del aparato reproductor masculino. Todos tenemos riñones, uréteres y vejigas. Urolitiasis, infecciones recurrentes, incontinencia urinaria, tumores renales o vesicales. Ginecólogos, urólogos y fisioterapeutas deben trabajar juntos por un buen estado de salud de la mujer.
Por eso, los expertos señalan 5 razones por las que una mujer debe consultar a un urólogo. Gracias a esto, las mujeres mejorarán su calidad de vida al abordar problemas como la incontinencia urinaria.
Además, las consultas con el urólogo permitirán la detección precoz de patologías que, sin ser tratadas correctamente ya tiempo, pueden ser muy graves.
Primera razón: prevenir y tratar la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es una patología urológica que afecta a más de 6 millones de hombres y mujeres en nuestro país y deteriora su calidad de vida.
Más concretamente, su prevalencia media se estima en un 24% en mujeres y hasta un 30-40% en mujeres de mediana edad.
Existen varios tipos de incontinencia (de esfuerzo, de urgencia, mixta o por rebosamiento). En el caso de las mujeres, la incontinencia está muy ligada a embarazos múltiples, histerectomías o mala forma del suelo pélvico, envejecimiento o parto.
Y aunque no implica un aumento de la mortalidad de quienes la padecen, altera significativamente su calidad de vida.
Como señala el Dr. José Medina Polo, jefe de la Unidad de Urología Funcional-Femenina de la Clínica ROC, “la incontinencia limita la autonomía y reduce la autoestima. Sin embargo, solo el 28,4% de quienes lo padecen consultan a especialistas, en parte por vergüenza o porque piensan que es un proceso normal de envejecimiento o que no es importante.
Segunda razón: solucionar infecciones recurrentes del tracto urinario
Las infecciones del tracto urinario son la segunda causa más común de atención médica. De hecho, los especialistas estiman que el 40% de las mujeres mayores de 18 años sufrirán al menos una infección urinaria a lo largo de su vida.
Los factores de riesgo de las infecciones urinarias en las mujeres incluyen:
informes
El uso de dispositivos intrauterinos (DIU).
menopausia
Ciertas enfermedades como la diabetes mal controlada.
Sin embargo, en algunas ocasiones, las ITU se cronifican, requiriendo especial atención por parte del urólogo. Porque se pueden tratar.
“En los casos en que las infecciones del tracto urinario se repiten con varios episodios anuales y se produce un proceso inflamatorio en la vejiga, se puede utilizar la inmunoterapia o las instilaciones”, dice el Dr. Medina.
A través de la inmunoterapia, “se intenta fortalecer el sistema inmunológico de las mujeres con infecciones del tracto urinario”.
Las instilaciones intravesicales “permiten regenerar la capa protectora de la mucosa vesical afectada por infecciones, y así evitar que las bacterias vuelvan a invadir las células de la vejiga”, explica el especialista.
Tercera razón: tratar la urolitiasis
El cólico renal doloroso es la manifestación clínica más conocida de los cálculos renales (urolitiasis). Es una patología urológica muy frecuente, con una prevalencia en España del 4,5%. Tiene su pico máximo de frecuencia entre la tercera y quinta década de la vida.
En cuanto al abordaje terapéutico de la litiasis, los expertos de la Clínica ROC recuerdan que se deben tener en cuenta factores como la ubicación del cálculo, su tamaño y dureza. También factores anatómicos del paciente o enfermedades asociadas para personalizar el tratamiento en cada caso.
Cuarta razón: detectar prolapso genital
El prolapso vesical es el descenso de la vejiga a través de la vagina. Los músculos del piso pélvico no pueden sostener los órganos que albergan y la vejiga se sale de su posición.
Cuando esto sucede, provoca síntomas urinarios como incontinencia u obstrucción urinaria, infecciones del tracto urinario o ganas de orinar.
Pero no solo la vejiga, hay otros órganos pélvicos que pueden sufrir este prolapso, como el útero, la vagina o el recto.
Se estima que 1 de cada 3 mujeres presentará esta patología a lo largo de su vida, siendo algunos de los factores de riesgo la obesidad o los partos vaginales.
Pues bien, esta patología también se puede prevenir y tratar, con una oportuna visita al urólogo. Un trabajo conjunto entre el especialista en urología, un fisioterapeuta y un ginecólogo permitirán que la paciente recupere la funcionalidad de su sistema urinario.
Y también recuperar una calidad de vida, incluida su vida sexual.
Quinta razón: diagnóstico precoz de tumores urinarios
Los cánceres urológicos más frecuentes en la mujer son los de vejiga y riñón. Pero también pueden desarrollarse tumores malignos en los uréteres, la uretra y la glándula suprarrenal.
Los síntomas de los tumores de vejiga en etapa temprana incluyen sangre en la orina, micción, ardor o dolor al orinar, flujo de orina débil y un cambio en su color.
El cáncer de vejiga es uno de los cinco tumores con mayor incidencia en España. Según la SEOM, Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que 22.295 personas serán diagnosticadas en 2022 en nuestro país. Entre ellos, 4.303 mujeres.
En cuanto al cáncer de riñón, la SEOM estima que este año se diagnosticarán en España más de 8.078 casos de cáncer de riñón. 2.506 de estos casos se darían en mujeres.
El cáncer de riñón no causa síntomas en las primeras etapas y generalmente se descubren accidentalmente por síntomas como sangre en la orina, dolor de espalda y de costado, pérdida de peso inexplicable, fatiga constante y fiebre intermitente.
Dada la similitud de algunos de los síntomas de estos dos tumores con los asociados a las infecciones del tracto urinario, es fundamental una visita precoz al urólogo tras su detección.
De esta forma, si se trata de una simple infección, el especialista podrá tratarla de forma inmediata y, en el caso de que el diagnóstico detecte la presencia de un tumor, al haber sido realizado de forma precoz, el pronóstico será mucho más favorable.
En definitiva, el examen urológico también se ofrece a las mujeres como parte clave en el cuidado de su salud, ya que se podrán detectar a tiempo tumores del sistema urinario, así como muchas patologías benignas que reducen su calidad de vida y que requieren un enfoque multidisciplinario.
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