Ciudad del Vaticano, 20 de enero (EFE).- El Vaticano expresó hoy su «vergüenza» y «remordimiento» por los casos de abuso de menores por parte del clero y dijo que «prestará la debida atención al documento de la archidiócesis alemana de Munich que acredita entonces- al arzobispo y actual papa emérito Benedicto XVI por no haber actuado en al menos cuatro casos conocidos que surgieron bajo su jerarquía.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, emitió hoy una nota en la que afirmó que «el Vaticano considera que debe prestar la debida atención al documento», pero precisó que «por el momento no conoce su contenido».
“En los próximos días, después de que se publique, podrán verlo y podrán examinar oportunamente los detalles”, agregó.
Además, el Vaticano ha querido “reiterar el sentimiento de vergüenza y remordimiento por los abusos de menores cometidos por el clero”. La Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino que ha emprendido para proteger a los más pequeños, garantizándoles espacios seguros.
El documento encargado por la archidiócesis de Múnich a un equipo de abogados, que ha sido presentado hoy, atribuye a Benedicto XVI la inacción en al menos cuatro casos conocidos ocurridos bajo su jerarquía y subraya que el pontífice alemán ha refutado «firmemente» estos acusaciones
El documento considera casos de abuso sexual ocurridos dentro de la Iglesia Católica en esta arquidiócesis desde la posguerra y hasta prácticamente la actualidad.
Ratzinger se desempeñó como Arzobispo de Munich de 1977 a 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (anteriormente Santo Oficio) en el Vaticano.
En dos de los casos atribuidos al período durante el cual Ratzinger estuvo al frente de esta archidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que brindaban asistencia espiritual y contra los cuales no se tomó ninguna medida.
Los responsables del informe juzgan «poco creíble» la reacción del ahora Papa emérito al rechazar estas acusaciones y sostienen, en cambio, que por parte de Ratzinger no había «ningún interés reconocible» en actuar contra ellas.
Asimismo, los investigadores están convencidos de que Ratzinger conocía el caso del sacerdote identificado como Peter H., que en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras ser acusado de pederasta y que en su nuevo destino siguió abusando.
.
