Los pasajes debajo de la Iglesia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (terminada en 1630), una de las iglesias católicas griegas más importantes de Lviv, se han transformado de catacumbas (galerías funerarias) a refugios donde los ucranianos se refugian de las bombas rusas. Cada vez que suenan las alarmas, los pasillos se llenan de familias. El silencio y una calma tensa se extendieron. Escuchan los sonidos de la superficie para saber si ha caído una bomba. Un lugar de muerte transformado en un escondite para la vida.
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