¿Quién está detrás de las criptomonedas? Los jóvenes blancos apresuran la fiebre del oro digital

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Durante años, los criptógrafos y los desarrolladores de TI no habían logrado crear una versión electrónica de la moneda, un sistema de pago descentralizado que no requería intermediarios como los bancos. Eso cambió el 9 de enero de 2009. Fue entonces cuando se publicó en línea un informe de nueve páginas que describe un sistema que revolucionaría el mundo de las finanzas: Bitcoin. Casi 13 años después, la criptomoneda más famosa se ha convertido en un fenómeno global en el que invierten expertos y «amateurs» y cuyo valor ya supera los mil millones de euros. Una fiebre del oro digital que ha abierto un profundo debate sobre el futuro. ¿Pero quién está detrás de todo esto?

El mayor misterio

Publicada en código abierto, apareció esta Biblia de monedas virtuales firmada por Satoshi Nakamoto, seudónimo detrás del cual se esconde uno de los mayores misterios de la actualidad. En una era de exceso de información y falta de privacidad, no sabemos casi nada sobre la mente que diseñó Bitcoin. No sabemos si es una persona o un grupo y no hay rastro de su identidad. Se supone que Nakamoto poseería el primer millón de Bitcoins que se creó, una cantidad que nunca se ha movido y cuyo valor supera los 48.700 millones de euros, lo que la convierte en una de las 30 mayores fortunas del planeta. Ahora, una demanda en Florida entre dos hombres que afirman haber creado Bitcoin podría revelar sus identidades, aunque esto es poco probable.

En cuanto al artista Banksy, el enigma del personaje no oculta la importante herencia de su creación. Aunque no existe físicamente, Bitcoin existe en el mundo virtual, donde se puede utilizar para compras, como instrumento de inversión o como refugio seguro similar al oro. Bitcoin permite el pago entre dos partes, sin intermediarios como instituciones financieras. Esto es posible gracias a Blockchain, una red descentralizada que garantiza la confidencialidad de tus comunicaciones gracias al cifrado.

Esta tecnología es la arquitectura que soporta hasta 7.745 criptomonedas que existen en la actualidad. Algunas están determinadas y sirven como acciones de apoyo al proyecto que las respalda. Este es el caso de Ethereum, cuyo objetivo es ofrecer una forma de descentralizar la web. Sin embargo, también están las que partieron de broma (por eso las apodan ‘monedas meme’) y tienen la única función de especular. Este es el caso de Dogecoin o Shiba Inu, monedas que en conjunto tienen una capitalización de más de $ 56.100 millones.

¿Estafa o futuro descentralizado?

En poco más de una década, el mundo de las criptomonedas ha utilizado la falta de regulación para estandarizarse como instrumento financiero, como una forma de invertir y ganar dinero fácilmente. El valor de Bitcoin y otras monedas digitales no está determinado por reglas claras, sino por la confianza de sus inversores.

Cuantas más personas pongan su dinero en criptografía, más aumentará su valor. Esto permitió que la capitalización de este mercado alcanzara los 2,65 billones de euros. En los últimos cinco años, Bitcoin se ha revalorizado un 6,837% hasta el actual equivalente a unos 50.965 euros (el más valioso del mercado). Quien invirtió antes de este «boom» ahora es rico. Sin embargo, la volatilidad de estos activos también ha provocado que otras criptomonedas menos conocidas fluctúen como una montaña rusa, atrapando a muchos inversores en el camino.

El incesante crecimiento de estos activos ha abierto un gran debate financiero. Sus detractores, incluidos premios Nobel de economía como Joseph Stiglitz y Paul Krugman, afirman que se trata de un esquema Ponzi, una gran estafa piramidal en la que sus promotores se aprovechan de engañar a otros inversores. Los gobiernos y los bancos centrales han advertido que esta red podría ser una burbuja financiera, lo que llevó a China a prohibir las criptomonedas. Si nadie los controla, nadie es responsable si el dinero de los inversores se pierde.

Sin embargo, grandes empresas, fondos de inversión e incluso países como El Salvador han abierto sus puertas a las monedas virtuales. Junto con la aparición de plataformas para la gestión y comercialización de estos activos, como Coinbase o Binance, esto ha animado a pequeños inversores y ciudadanos de a pie a invertir su dinero en el mundo de las criptomonedas, que ha dejado de estar vinculado con el ciberdelito para convertirse en un gran moda global. Sin embargo, continúan proliferando todo tipo de estafas.

Cripto-millonarios en aumento

La realidad es que esta economía de casinos se ha convertido en una industria de un millón de dólares. ¿De quién se beneficia? Entre los promotores más famosos de Bitcoin se encuentran el magnate Elon Musk, CEO de Tesla y cofundador de PayPal, o Jack Dorsey, cofundador de Twitter. Sin embargo, las grandes fortunas del mundo de las criptomonedas son menos conocidas por el público en general. En el top 5 están Sam Bankman-Fried ($ 8,9 mil millones), fundador y CEO de la plataforma de negociación FTX; Brian Armstrong (6.500 millones), director ejecutivo y cofundador de Coinbase; los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss (6.000 millones), inversores en Bitcoin y NFT; Chris Larsen (3.400 millones), director ejecutivo de Ripple y experto en criptomonedas XRP; y Michael Saylor (2.300 millones de dólares), director ejecutivo de la empresa de tecnología MicroStrategy e inversor en Bitcoin. Este año, 12 inversores y desarrolladores entraron en la lista de multimillonarios de Forbes, ocho más que en 2020. Todos son hombres de entre 29 y 63 años.

Encarnado en la figura de los llamados ‘cripto-bros’, la tribu de hombres jóvenes que invierten con actitud chulesca y ostentosa, el mundo de las criptomonedas ha normalizado un relato en el que la especulación sin reglas puede convertirte en rico de la noche a la mañana. A pesar de las advertencias sobre sus riesgos, la industria de la criptografía ha crecido hasta el punto de que puede inundar todo con esta salvaje propaganda del libre mercado, ya sea contratando a Andrés Iniesta, Matt Damon o comprando el estadio de Los Angeles Lakers.

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