Agentes de la Guardia Civil capturaron en la madrugada de hoy un alijo de unos 2.500 kilos de hachís a bordo de dos planeadores que fueron interceptados en aguas de Cala Mestella, en la costa este de Ibiza, cerca de Santa Eularia. El operativo, liderado por el equipo de Crimen Organizado y Control de Drogas (EDOA), seguía abierto para tratar de determinar el origen y destino final de la droga.
Según las primeras informaciones, la operación fue fruto de una larga investigación por parte de agentes de la EDOA, que seguían los pasos de una organización narcotraficante que se dedica desde hace tiempo a la introducción de grandes cantidades de droga en España.
Estas gestiones se han precipitado en los últimos días, debido a las sospechas de que el grupo podría estar preparándose para transportar un gran cargamento por mar a Ibiza, al parecer desde Barcelona.
La vigilancia ha aumentado en la costa oeste de la isla, donde se ha registrado la presencia de varias embarcaciones sospechosas. Sobre las dos de la madrugada de este jueves fueron interceptados dos planeadores cargados con bolas de hachís. Agentes de la Guardia Civil detuvieron a varias personas en la operación, aunque la investigación sigue abierta y no se puede descartar que haya más detenciones en las próximas horas.
A falta de cálculos precisos, las primeras estimaciones apuntan a que la droga incautada alcanzaría los 2.500 kilos, lo que supondría una de las mayores incautaciones de droga en Baleares en los últimos años.
Continúan las labores policiales para determinar el origen de los planeadores y el destino final del hachís.
4.000 kilogramos
No es la primera vez que embarcaciones de este tipo intentan acceder a Ibiza con grandes cantidades de droga en su interior. Hace poco más de dos años, agentes de la Policía Nacional y agentes de la Vigilancia Aduanera de la Administración Tributaria intervinieron hace dos años cuatro toneladas de hachís en un velero que navegaba rumbo a España, a 80 millas al sur de Ibiza.
La embarcación fue abordada e inspeccionada por miembros de la Agencia de Vigilancia Aduanera, quienes localizaron en su interior el cargamento de hachís. El velero había seguido una ruta sospechosa, ya que tras fondear en aguas mallorquinas y visitar zonas conocidas como cargaderos de droga en el mar Mediterráneo, regresaba a aguas españolas con destino a Europa. Por ello, el abordaje e inspección de dicho velero fue realizado por agentes de vigilancia aduanera, quienes hallaron en su interior cuatro toneladas de hachís.
La tripulación, formada por dos ciudadanos búlgaros, al ver la patrullera desde la vigilancia aduanera, prendió fuego a su propio barco en un intento de quemar la carga y evitar la actuación policial. Los dos hombres fueron detenidos y recluidos en prisión preventiva hasta el juicio, que se celebró el pasado mes de marzo, donde ambos aceptaron penas por un total de nueve años y seis meses de prisión y el pago de multas por un total de 12,8 millones de euros al reconocer haber juzgado introducir 4 toneladas de hachís en Europa en un velero interceptado cerca de Baleares.
El Ministerio del Interior ha indicado que, como parte de las medidas preventivas puestas en marcha en la lucha contra el narcotráfico a gran escala, se han reforzado las inspecciones y controles preventivos en los buques que transitan por alguna de las rutas conocidas por el narcotráfico en el Mediterráneo .
.
