Aunque la búsqueda de posibles supervivientes continúa este viernes tras el hundimiento de un barco que transportaba inmigrantes frente a las costas de Grecia, se alejan las esperanzas de encontrar con vida a otros náufragos en una tragedia que habría matado a centenares. «A estas alturas es extremadamente difícil que alguien sea encontrado con vida», dijo a Efe una portavoz de la Guardia Costera.
Los operativos continuaron durante toda la noche sin arrojar ningún resultado, por lo que la cifra oficial se mantiene en al menos 78 muertos y 104 rescatados, todos varones, incluidos ocho menores. Según algunos medios locales, en la embarcación de 30 metros de eslora viajaban entre 500 y 700 inmigrantes.
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Actualmente, cinco barcos, entre ellos una fragata de la Marina y un helicóptero, continúan operando en la zona, que se ve obstaculizada por los fuertes vientos.
En Italia
Según los testimonios de los sobrevivientes recogidos por los medios griegos, el barco había salido de Egipto, se detuvo en el este de Libia y luego siguió su camino hacia Italia. La madrugada del miércoles se hundió al suroeste de la península griega del Peloponeso después de volcar.
En la bodega del viejo pesquero iban un centenar de niños y muchas mujeres, según testimonios de supervivientes recogidos por la prensa local.
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Las autoridades arrestaron a nueve ciudadanos egipcios entre los rescatados ayer, quienes enfrentan cargos de formar una organización criminal para contrabandear inmigrantes, causar naufragios y poner vidas en peligro.
El resto de los rescatados están siendo trasladados desde la ciudad portuaria de Kalamata en el Peloponeso al campo de recepción de Malakasa en las afueras de Atenas para su identificación. Los ocho menores serán luego trasladados a centros públicos de menores, según informa la prensa local.
La Guardia Costera griega ha sido duramente criticada por medios de comunicación y organismos internacionales, así como por ONG, por no intervenir desde el primer momento en que vieron el barco sobrecargado el martes.
El portavoz de la Guardia Costera, Nikos Alexíu, dijo a la televisión privada Skai que «una intervención repentina para salvar un barco con tanta gente podría producir un cambio repentino en la carga, lo que haría que el barco se hundiera». “Nos quedamos cerca en caso de que nos necesitaran para salvarlos y eso fue lo que hicimos”, dijo.
Este jueves, miles de personas se manifestaron en toda Grecia para protestar contra las políticas migratorias de la Unión Europea y los gobiernos griegos, que aseguran han convertido al bloque en una «fortaleza» y al Mediterráneo en «un mar de muertos». . .
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